
Los hermanos Trigo estrenan un álbum ilustrado que dibuja la historia de Galicia durante la II Guerra Mundial
04 jul 2016 . Actualizado a las 10:23 h.La historia de la II Guerra Mundial en Galicia ya tiene su novela gráfica. Lobada, presentada el viernes en Vigo, es un álbum fabricado a medias por los hermanos Trigo, con Xosé a cargo del guion y Ramón, de los dibujos. El resultado es una obra de arte que retrata en grises la oscura época de nuestro pasado en que los agentes de Adolf Hitler dominaban el país de costa a costa, obsesionados con garantizar la explotación y el tráfico de wolframio hacia la maquinaria bélica del III Reich.
Lobada es un proyecto fraguado con los años. Ya en el 2008, los hermanos Trigo tenían terminada una primera versión. El resultado es un espectacular libro ilustrado, lo cual entra en lo esperado. No olvidemos que Ramón Trigo colecciona reconocimientos. Si hace dos años fue Premio Isaac Díaz Pardo, hace meses ganó el Premio Lazarillo por su obra anterior, Leviatán.
El álbum nos sitúa en 1943, cuando el Reichführer Heinrich Himmler firma una orden para su agente Otto Ranh, especializado en el mundo de lo mágico y paranormal tan del gusto del padre de la Solución Final. Ranh debe desplazarse a Vigo con la orden de hacerse con la fórmula del remedio de una curandera local, que se ha mostrado muy efectivo con las enfermedades venéreas de los ingenieros alemanes que trabajan en las minas de wolfram gallegas.
Por el libro desfilan estampas de Vigo, donde se intuyen los soportales de O Berbés. Y aparece el viejo cargadero de mineral de Rande o la ría, donde emerge un U-boot ante las islas Cíes. Todo en el lápiz de Ramón Trigo resulta brumoso y misterioso, como corresponde a la sordidez de aquellos tiempos. Lobada iba a ser titulado originariamente Operación Kartoffel en alusión al mapa en el que los nazis diseñaron el futuro de Europa. Sobre Galicia, escribieron simplemente, «patata» en alemán. En su imaginario, íbamos a ser una región remota, destinada a cultivar tubérculos para alimentar al Reich.
La realidad, sin embargo, es que el wolframio cambió las cosas. El consorcio nazi Sofindus creó empresas tapadera destinadas en Galicia a explotar este mineral y a exportarlo hacia Hamburgo. Y, como sabemos, esto desembocó en un enorme protagonismo gallego durante la contienda, con una intensa actividad de espionaje tanto del bando alemán como del aliado.
Un acierto del libro es incorporar documentos auténticos de la II Guerra Mundial, como fotos del desfile de la Legión Cóndor por el centro de Vigo en la primavera de 1939. También aparecen instrucciones de la embajada alemana dictando operaciones secretas relacionadas con el wolframio. Y una carta de puño y letra del propio Himmler que parecería real si no fuese porque está escrita en gallego. Es poco probable que el Reichsführer-SS dominase la lengua de Rosalía.
Ramón y Xosé Trigo dedican su libro a su padre, Manuel, «encarcelado al terminar la Guerra Civil y a los compañeros libertarios que, derrotados, continuaron luchando contra el fascismo por la justicia social y la libertad». En el álbum, aparece el personaje de un huido, uno de tantos gallegos que se refugiaron en los montes y saboteaban la industria alemana del wolframio. Por desgracia, para estos partisanos nunca hubo reconocimiento de ningún tipo. Fueron cazados uno tras otro, ante la pasividad de los aliados, que decidieron ignorar la pervivencia en España de un último régimen europeo de naturaleza fascista, y que había sido aliado de Hitler. Miraron para otro lado, mantuvieron a Franco y hasta terminaron amigándose fraternalmente con el dictador. ¡Misterios de la geopolítica!
Para rescatar del recuerdo a aquellas víctimas. Y tambié por simple curiosidad de conocer qué ocurrió en aquellos años oscuros, hay que alegrarse de que aparezcan obras como Lobada.