La Feria del Libro abre el viernes con solo 13 puestos y por primera vez estará situada en la Porta do Sol

María Jesús Fuente Decimavilla
María Jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

La crisis económica hace mella en el sector de las librerías

29 jun 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Un total de trece casetas, de las que once corresponden a librerías y dos a bibliotecas, participarán este año en la Feria del Libro de Vigo. Se trata de la asistencia más baja desde su creación, hace más de cuarenta años, según reconoce la organización. «Estamos en un momento en el que el comercio tradicional lo está pasando bastante mal, algo que es muy palpable en el sector del libro», explica Xurxo Patiño, presidente de la Agrupación de Libreros de Vigo y director de la feria.

De la misma forma que se producen cierres a nivel estatal y gallego, las estructuras también se han minimizado en la ciudad y resulta cada vez más complicado abrir la librería y la caseta de la feria al mismo tiempo. «Como el rendimiento mercantil es menor, eso hace que la gente se lo piense. Amortizar es complicado», añade Patiño.

La nueva ubicación en la Porta do Sol, solicitada desde hace años y donde se celebrará por primera vez, tampoco da para muchas casetas. Es más, la organización tenía la idea de instalar una segunda carpa y lo ha dejado para mejor ocasión por cuestión de espacio.

No obstante, el director del evento insiste en que el principal motivo de la escasa participación es la crisis económica del sector. La idea es suplir la cantidad por la calidad y ofrecer una oferta plural en la que no falte de nada, incluida la literatura infantil y los cómics.

Sobre la posibilidad de instalar la feria a lo largo de la calle del Príncipe, Xurxo Patiño cree que sería bastante complicado a tenor de lo que se advierte en la de artesanía de Navidad. En este caso las casetas se reparten de forma alterna aprovechando los espacios en los que no hay locales abiertos. «Supondría quitar parte del mobiliario urbano de la calle y un problema para los vehículos de carga y descarga», reconoce.

Por tanto, la posibilidad de crecimiento en esta zona sería un tanto complicada y cabría solo la posibilidad de pasar hacia el lado derecho de Doctor Cadaval.

Sobre los motivos que han llevado a la asociación a solicitar esta ubicación, el presidente de los libreros explica que es más digna y visible. Ahora, dice, está por ver si los hechos les dan la razón. «Si mercantilmente no funcionase, al menos se cumpliría el objetivo de hacerla visible y de acercar los libros a los ciudadanos, que se vean y que se puedan tocar. Se trata de tender puentes entre el escritor y el lector», apunta.

Una vez que concluya esta feria el día 10, tendrá lugar la del libro antiguo y de ocasión, mucho más asentada que la anterior.

«Tiene menos fluctuaciones, como indica que sean siempre el mismo número de casetas. Cuando falta alguna viene otra en su lugar», confirma Patiño. En este caso su ubicación seguirá siendo la misma que en años anteriores, en la Alameda, donde tradicionalmente se ha celebrado también la feria del libro actual.

A las once casetas de otras tantas librerías se sumarán dos correspondientes a las bibliotecas públicas Juan Compañel (central) y Neira Vilas. Se trata de dar a conocer el servicio que prestan a la ciudadanía y la oferta que se puede encontrar en las instalaciones del Casco Vello y de O Calvario, respectivamente.