Congelar los óvulos no empeora el pronóstico de los cánceres de mama

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Una investigación del IVI demuestra que la estimulación ovárica no es nociva

23 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando a una mujer en edad fértil le diagnostican un cáncer de mama, se le ofrece la posibilidad de congelar sus óvulos para que pueda retomar la maternidad después de curarse. Es un programa de la clínica viguesa del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), privado, pero en el que colaboran los médicos de la sanidad pública derivando los casos. Es gratuito. Una investigación realizada por el propio IVI acaba de concluir que las mujeres que optan por esa opción no empeoran el pronóstico de su cáncer.

La duda surgía porque, para congelar los óvulos, primero es necesario estimular su producción. A las mujeres se les da medicación para que produzcan más óvulos y luego se vitrifican. Existía, pues, la duda de si esa medicación podía empeorar el pronóstico del cáncer, habida cuenta de que los tumores de mama pueden verse agravados por el incremento de los estrógenos.

Sin embargo, la investigación dirigida por Elkin Muñoz, director de la clínica, ha concluido que el pronóstico no varía. «Estábamos tranquilos porque los tratamientos no son los convencionales, sino que son unos fármacos que impiden la elevación de las hormonas», dice. Pero no era suficiente y tomaron datos desde el 2008 hasta el 2015, comparando un grupo de 75 mujeres con cáncer sometidas a estimulación ovárica con otro de 66 con tumores similares pero sin estimulación, de los hospitales de Pontevedra y Vigo. «No hubo ni peor pronóstico ni más recidivas en los siguientes cinco años ni menor supervivencia», asegura Muñoz. La supervivencia fue del 93 % en ambos casos. Las recidivas -reapariciones de tumores- fueron del 12 %.

Los tratamientos de este tipo luchan contra el tiempo. Cuando se diagnostica un cáncer, tanto la paciente como sus oncólogos quieren comenzar el tratamiento cuanto antes. Si opta por vitrificar sus óvulos para ser madre en el futuro, se intenta que el tratamiento se difiera lo menos posible. «Tardamos como mucho dos o tres semanas», dice el director de IVI en Galicia. La idea es producir una decena de óvulos para congelarlos. Pasado todo el proceso del cáncer, se hace un tratamiento de reproducción asistida.

El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres. Además, las mujeres son madres cada vez más tarde. Elkin Muñoz relaciona ambas variables: «El embarazo es un factor protector para el cáncer de mama». Explica que durante la gestación y la lactancia, las condiciones hormonales varían, mientras que «la maternidad tardía hace que la mujer expuesta a efectos hormonales prolongados. La conclusión es obvia: cuantos más embarazos, menos riesgo de cáncer de mama.

La investigación del IVI fue galardonada con el premio Alejandro Novo González en el congreso de la Sociedade Galega de Obstetricia e Xinecoloxía. Muñoz resalta la cooperación prestada por los médicos del Sergas para su estudio.