«Un hospital en zona de guerra es la última burbuja de humanidad»

La Voz

VIGO CIUDAD

XOÁN CARLOS GIL

El presidente de Médicos sin Fronteras inicia en Vigo una campaña de concienciación sobre los refugiados

04 may 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Desde hoy, Médicos sin Fronteras (MSF) desarrolla en Vigo la campaña Seguir con vida, que trata de concienciar respecto a lo que está ocurriendo en zonas de conflicto, como Siría y Afganistán. En estos dos países, MSF ha sufrido en las últimas semanas sendos bombardeos en sus hospitales por parte de Estados Unidos y el ejército progubernamental de Siria. La campaña se prolongará hasta el 14 de mayo.

-¿Los bombardeos cambian las reglas internacionales?

-Cambian el respeto hacia esas reglas. Debería reconducirse la situación actual.

-Lo más sorprendente es que estos ataques vienen por contendientes muy dispares.

-Hemos sufrido ataques de la aviación norteamericana en Afganistán; varios en Yemen por parte de la coalición liderada por Arabia Saudí en la que están potencias occidentales como el Gran Bretaña, Francia y EE.UU. Un tercio de los hospitales que tenemos en Siria ha sido atacado en más de una ocasión. Es algo muy chocante. Lo más preocupante es que en los ataque están involucrados todos los contendientes.

-¿Esto agrava mucho las condiciones de trabajo de MSF?

-No solo agrava nuestro trabajo sino que endurece enormemente el sufrimiento de la población civil en una zona de conflicto. Hasta ahora, los hospitales eran la última burbujita de paz y humanidad en una zona de guerra porque eran respetados. Trabajar en una zona de conflicto es, en condiciones normales, muy incómodo porque requieren muchas negociaciones para que todas las partes nos acepten. Hasta ahora, una vez que estabas dentro del hospital, estabas a salvo. Allí, los médicos son los abanderados de la humanidad, son las únicas personas en aquel contexto de guerra que trata de salvar vidas y no acabar con ellas.

-¿Con los ataques ha cambiado la visión que tiene la población local de MSF?

-En la inmensa mayoría no, siguen siendo muy agradecidos. En las zonas controladas por grupos radicales islamistas, hay más recelo porque en la última década las potencias occidentales han utilizado la ayuda sanitaria como parte de su estrategia militar y nosotros tenemos que pagar un precio cada vez más alto. Muy recientemente en el sur de Siria, una comunidad no quiso que instaláramos un hospital en su zona por miedo a los bombardeos. Es un indicados de la gravedad del problema porque antes era al revés.

-¿Cómo se nutre MSF?

-Aunque el nombre alude a los médicos en realidad tenemos un espectro de profesionales muy amplio. Le pedimos compromiso y experiencia porque no vocación de ofrecer prácticas. Esto es porque estamos en sitios muy difíciles y la gente para quien lo hacemos se merecen lo mejor.

-¿Y la financiación?

-El 90 % viene de la gente que nos quiere apoyar. En España contamos con casi 600.000 personas que ofrecen un porcentaje altísimo de donaciones regulares. En todos el mundo tenemos cinco millones de personas que nos apoyan.

-¿Por eso hacen campañas como la que se inicia en Vigo?

-MSF surgió con la intención de aunar la asistencia en tiempos de guerra, con la voluntad de ser testigos activos de lo que vemos porque, a veces, lo peor es que nadie sepa lo que ha pasado. Esto lo hacemos para movilizar conciencias, además de recaudar fondos que nos ayuden a seguir trabajando.