Los timos que alarman a los vigueses

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Las estafas son cada vez más sofisticadas y repuntan las de animales domésticos

10 abr 2016 . Actualizado a las 11:09 h.

Los vigueses son objeto de timos cada vez más sofisticados y tentadores a los que en muchas ocasiones es difícil sustraerse. A los clásicos de falsos inspectores de Hacienda o revisores de la instalación eléctrica, registrados recientemente en la ciudad, se suman ahora los cometidos a través de Internet y otros dignos del mago más hábil.

Animales domésticos. La Policía Nacional ha detectado en los últimos tiempos «un repunte grande» de las estafas que tienen como protagonistas a animales domésticos. Empiezan a ser habituales los anuncios de perros con pedigrí a precios un tanto sospechosos. Si su valor en el mercado oscila entre 150 y 300 euros, se ofrecen a 90. La disculpa del vendedor para poner un precio casi regalado se debe a que su niño tiene alergia, según explican las fuerzas de seguridad. «Sin embargo, si se buscan más anuncios con el mismo número de contacto es fácil observar que hay quince o veinte casos más en los que se venden perros de todas las razas», apuntan.

«Te piden un dinero por el envío del animal y el chip y no ves al perro. Se lo hace a veinte personas seguidas y después da de baja el teléfono», aseguran fuentes de la Comisaría viguesa. Otras veces, dicen, es gente de fuera, que una vez consumada la estafa, se marcha.

No son extraños tampoco los anuncios de gente que explica que ha sido estafada y que advierte que si hay alguien más en el mismo caso, se ponga de acuerdo para hacer la denuncia conjunta.

Las propias páginas de anuncios alertan a veces de las estafas. En las que son gratuitas y anónimas los estafadores ponen más bien una cuenta de correo. «Como suelen ser pequeñas cantidades timadas a diferentes personas, muchas pasan de poner la denuncia», apunta la Policía Nacional de la ciudad.

Minas de oro. Los investigadores vigueses reconocen que resulta sorprendente lo que se encuentran: «Te venden hasta minas de oro en África muy baratas. Entre 40.000 y 70.000 euros. Te compran un piso o un coche y te dicen que es en nombre de un ministro, por ejemplo, africano, que quiere tener propiedades aquí».

Papel blanco que se convierte en billetes. Uno de los timos más sofisticados detectado por los agentes es el que convierte papel blanco en billetes. Tras ofrecer la demostración al más puro estilo televisivo, el timador pide a su víctima dinero para comprar el reactivo para la transformación, por el que a veces llegan a pedir hasta 7.000 euros. El resultado no es otro más que un puñado de papelitos.

Móviles baratos. «Un día detuvimos a un reincidente que vendía teléfonos móviles por 300 euros cuando en el mercado legal costaban más de 700. Aprovechan cuando sale un modelo nuevo y te dicen que es de importación», advierten fuentes policiales.

Herencias. Consiste en pedir a la víctima dinero para gestionar una herencia. Suelen escoger a personas mayores a las que muchas veces hacen un seguimiento previo.

Jabones y ladrillos. Se han detectado timos hasta con pastillas de jabón y trozos de ladrillo.

Falsos inspectores. Es el timo más clásico. Los más habituales en la ciudad son de Hacienda, gas y electricidad. De hecho, la policía detuvo recientemente a un joven que robó joyas a tres mujeres del Casco Vello haciéndose pasar por revisor del contador.

Las personas mayores son el blanco preferido de los timadores. «Lo malo es que les crea una depresión de un calibre considerable y un problema de salud. Lo hemos detectado aquí. Llevan disgustos tremendos porque el timador hace una puesta en escena increíble», destacan en la Comisaría de Vigo. Los agentes resuelven un gran número de las estafas que se producen por Internet y que son operadas desde dentro de España. El problema es que muchos lo hacen desde el extranjero, lo que complica la cosa, igual que sucede cuando se compra por Internet con bitcoin.

La Policía Nacional cree que mucha gente no denuncia si se trata de pequeñas cantidades. De forma esporádica lanza campañas para aconsejar a los ciudadanos que no se confíen.