«El resultado de Vigo es artificial, Caballero no tiene tantos apoyos»

Manuel Blanco PONTEVEDRA / LA VOZ

VIGO CIUDAD

RAMON LEIRO

El nuevo barón provincial asegura que «el candidato a la alcaldía debe ser el que el partido en Vigo decida»

20 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La imagen de Alfonso Rueda (Pontevedra, 1968) resulta engañosa. Desde la platea, parece un político altivo, frío incluso. En la distancia corta gana enteros porque tiene tendencia a sonreír y acoge con cierta bonhomía incluso las preguntas más incómodas. Otra cosa es lo que conteste, que para eso tiene tablas, fruto de haber pasado media vida con el gusanillo de la política metido en el cuerpo. Rueda, el eterno delfín de Feijoo, descarta tajante asumir ese papel. No concibe un candidato distinto para el Partido Popular. El pasado domingo, tomó el relevo de Rafael Louzán al frente del PP pontevedrés, un paso atrás para algunos, «una responsabilidad fundamental», según su punto de vista.

-¿Tiene algún plan para las áreas más urbanas, donde el PP ha acusado en mayor medida la pérdida de peso?

-Sin duda, es donde hay que actuar con mayor urgencia. El caso más claro es el de Vigo. Es preciso que se haga un congreso en Vigo no más allá del mes de junio, y que salga una dirección reforzada que tenga claro que tiene mucho que hacer de aquí a las municipales. Siempre digo que el resultado de Vigo, sin sacarle méritos a Abel Caballero, es artificial. No tiene ni muchísimo menos esos apoyos, y además no sabe ejercerlos. Él está todo el día asegurando que tiene 17 concejales como único argumento y yo le digo que muchos de esos apoyos no son suyos y aspiramos a que vuelvan al PP. Eso es una primera prioridad. En Pontevedra también tenemos que replantearnos nuestra política de oposición. El gobierno de Lores, que esperaba gobernar con mayoría absoluta y no la ha tenido al final, se está comportando como si la tuviese y está cometiendo muchos fallos de soberbia, de desconexión. Es preciso que eso se vea y que la sociedad visualice que somos una alternativa. Y en Vilagarcía es similar, no obtuvimos un buen resultado electoral y debemos recomponer el partido e intentar volver a ser una alternativa.

-¿Dónde está el problema en las ciudades, en las ideas o en las personas?

-Son necesarias nuevas formas de trabajar, y en muchos casos implica nuevas personas. Y si consideramos necesario hacer cambios, lo haremos. A mi me dieron una responsabilidad con la intención de, primero, realizar una política con la que se identifique mucha gente y, segundo, con la que obtengamos muchos éxitos electorales. Por lo tanto, si hay que hacer cambios, hablaré con los afectados y afectadas y les pediré su colaboración. Y si no la tengo, tendré que actuar como presidente provincial.

-Por ir a lo concreto, ¿Ve a Elena Muñoz repitiendo como candidata en las próximas municipales?

-A día de hoy creo que tiene que ser candidato quien en los próximos tres años haga el trabajo para merecerlo. Sí veo a Elena Muñoz con el derecho a desarrollar su trabajo. Con ella compartí tres años en la Xunta y me parece que tiene condiciones. Ahora bien, creo que no ha tenido tiempo para desarrollarlas y tiene que intentar hacerlo. Pero debe ser el partido en Vigo el que decida.

-¿Y a Rafael Louzán retirado ya de la política definitivamente?

-Creo que él es un animal político y que retirado de la política no va a estar nunca. Yo dije el día del congreso que le seguiría, sobre todo al principio, consultando muchos temas, pero él ha iniciado un nuevo camino y eso me gustaría ponerlo de manifiesto. Él ha propiciado un cambio normal, entendió que era el momento de dar un paso a un lado y dejar el testigo a otra persona y eso quiero ponerlo en valor porque parece fácil cuando se ve, pero en otros lugares no ha sido así y hay gente que se resiste a irse a toda costa. Desde luego ese no es el caso de Rafael Louzán y eso es un buen colofón para su carrera política.

-Como pontevedrés y como conselleiro, se ha visto concernido con la prórroga de Ence. ¿Qué le diría a todas las personas que protestaron recientemente contra la decisión del Gobierno?

-Hemos dicho siempre que no nos gustaba que estuviese ahí, pero esa es su ubicación y no es alternativa cerrarla. Me alegro de constatar, después de la junta de accionistas de esta semana, que han empezado a entender el mensaje: no solo se trata de que lo hagan bien desde el punto de vista medioambiental, sino que tienen que implicarse más con la comarca de Pontevedra. Tienen que ayudar a regenerar la ría, potenciar el empleo, fijar todas sus inversiones potentes... Tienen que hacer todas esas cosas. En mi opinión, han vivido demasiado de espaldas a la comarca que los acogía, y no los acogía de buen grado porque, insisto, ojalá estuvieran en otro sitio.

-Usted ha sido uno de los valedores de las fusiones de concellos.

-Sí, las veo viables. Soy municipalista, mi profesión es la de secretario municipal y me doy cuenta de que durante años los ayuntamientos han prestado un nivel de servicios a los que la gente se ha acostumbrado, pero debemos darnos cuenta de que los concellos, como están conformados ahora, no van a ser capaces de sostenerlos. Por eso tienen que explorar otras formas. A mi la fusión me parece una fórmula válida. A quien se echa las manos a la cabeza habría que decirles que en otros países se han hecho por decreto, y han hecho desaparecer miles de ayuntamientos. Nosotros hemos recurrido a la fórmula menos invasiva, las fusiones voluntarias, y no entiendo planteamientos de decir que en ningún caso hay que hablar de esto, que son patochadas.

«En el PP no hay baronías, solo un líder fuerte y cuatro provincias que trabajan»

Rueda admite que es urgente diseñar un plan para recuperar el terreno perdido en las ciudades. Asegura también que no le temblará el pulso si, tras realizar un diagnóstico, se constata la necesidad de buscar nuevas caras.

-Usted ha descartado la posibilidad de suceder a Núñez Feijoo. ¿Es la clásica diplomacia del momento o una convicción firme?

-La convicción firme es que él tiene que seguir, así que no me hago otros planteamientos.

-¿Visualiza en serio a Feijoo fuera de la política, como dejó entrever esta semana?

-Espero que no, parto de la base de que él va a seguir porque no se me ocurre otro candidato y cualquier otra alternativa sería complicada.

-¿Cuáles son las posibilidades reales de su partido de cara a las autonómicas?

-Veo las dos cosas. Por un lado, posibilidades de que ganemos, y por otro lado, una unión de todos contra el PP si nosotros no logramos mayoría. La mejor garantía que podemos tener es volver a ganar por mayoría absoluta y no depender de nada más. -Esta semana varios analistas interpretaban el puñetazo en la mesa de Beiras como una suerte de pistoletazo de salida de la campaña. ¿Lo ve así también?

-No, que va. Como no va casi nunca, el día que va se tiene que hacer notar. Me niego a analizar el comportamiento de Beiras porque creo que para eso hace falta otro tipo de especialista.

-Hay quien sostiene que dejar la secretaría autonómica del partido para ocupar una presidencia provincial es un paso atrás.

-He oído ese análisis también, pero es un puesto distinto. Creo además que este es más complicado que ser secretario general. Yo vengo aquí porque en estos momentos creo que es donde debo estar,

-¿Se siente ya barón?

-[Risas] Me gusta este puesto, creo que las baronías se acabaron hace ya tiempo en el PP. Y esa unidad es una de las claves. Aquí no hay baronías, aquí lo que hay es un líder fuerte y cuatro provincias que trabajan.

-Su carrera política arrancó en 1993 ¿Se considera un político de la casta?

-En absoluto, me considero alguien que se ha dedicado a la política con intensidad, pero también soy alguien que tiene su profesión, y también la ha ejercido y podría volver a ejercerla cuando deje la política. Normalmente, los que hablan de la casta son los que aspiran a vivir de la política sin ninguna otra alternativa. Esos son los que más hablan de la casta.