El grupo vigués Eladio y los Seres Queridos actúa esta noche en La Fábrica de Chocolate
04 mar 2016 . Actualizado a las 04:00 h.Eladio y los Seres Queridos juega hoy en casa. Un año después de la publicación de Orden invisible, la banda tocará a las 22 horas en La Fábrica de Chocolate (5 euros).
-¿Cómo les fue en invierno?
-Bien, tocamos bastante. Hasta ahora íbamos como teloneros de Vetusta Morla o de Xoel, y ahora ya tenemos nuestros teloneros. Vamos más a clubes porque también este disco es más roquero.
-¿Eso sorprende?
-Sí, hay ese tópico de que somos un grupo de melodías bonitas, y me enorgullece, pero ahora somos cañeros.
-¿Lo veremos en Vigo?
-Sí, a medida que vas tocando, ves trucos para hacerlo más intenso. Tras un año de gira se verá lo que hemos rodado.
-¿Crecen las canciones?
-Sí, un concierto vale por cinco ensayos. Las canciones se disfrutan de otra forma porque ya no sales a tocar pensando que tienes que estar atento para no fallar; esa parte es automática y ya solo te dedicas a interpretar, a pasarlo bien y a vivirlo. Ahora es un placer ir a tocar.
-¿Cuál es la canción que más se transformó?
-La bella durmiente. Tal como salió en el disco no se puede tocar porque es muy acústica y ahora quiero tocarlo todo con la eléctrica. A parte de eso, hay contrastes fuertes.
-¿Han incorporado nuevas canciones al repertorio?
-Sí, Agardarei, una versión de Luis Emilio Batallán con un poema de Ferreiro, que hacemos con la Orquesta de Saxos de Redondela. No sé si la haremos mañana porque sin los saxos no es lo mismo. La otra es Virgen de la carretera, que resume nuestro año de carretera, Además, nos gusta mucho la iconografía religiosa y siempre que vamos por ahí, vamos a ver las iglesias. Ahora hacemos mucho turismo.
-¿Tiene recorrido el disco?
-Soy muy lento componiendo, pero hay canciones nuevas. Hay dudas de lo que será el siguiente.
-¿Pero continuarán esas ansias eléctricas?
-Sí, ya no hay guitarras acústicas. Todo ahora es piano y eléctrica, y grabamos los ensayos con todo, mientras que antes se trabajaba más con ordenador y programaciones.
-En las redes sociales mantiene posicionamientos muy claros antes problemas actuales. ¿Le está mediatizando en algo a la hora de componer?
-No lo sé. Las canciones revolucionarias son las buenas canciones, no las explícitamente comprometidas porque creo en la belleza. Hay que normalizar un poco la política, aunque me suelen dar bastante palos en la Red.
-Pero porque se define.
-Creo que es importante. El gran problema que tiene España es cultural, pero también queda ese miedo al compromiso. No pasa nada, no hay que tenerle miedo a la política. Lo que no me gusta es la antipolítica. No, hay que definirse o no, pero no se puede quedar bien con todo el mundo.