Afectados por la anulación del Plan Xeral preparan una denuncia colectiva

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Juanma Fuentes

La Federación Vecinal recibe un centenar de peticiones de ayuda solo en cinco días

20 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La creación por la Federación Vecinal de una oficina de asesoramiento a cualquier vecino que se considere afectado por la anulación del Plan Xeral ha tenido una respuesta inmediata. En su primera semana de funcionamiento ha recibido más de un centenar de solicitudes de consulta y varios de estos vecinos han decidido presentar una denuncia conjunta contra la Xunta y el Concello por los perjuicios patrimoniales que esta decisión judicial les ha causado.

José Antonio Somoza es el abogado que atiende esta oficina y ante el aluvión de consultas ha decidido, de acuerdo con la Federación, ampliar su horario de un día por semana a dos. Somoza conoce bien el Plan Xeral ya que fue el letrado que consiguió su anulación con el recurso que le encargó el colectivo Alternativa Veciñal.

«La casuística de los casos que se plantean es muy variada y afecta a la práctica totalidad de los barrios y parroquias donde estaban previstos desarrollos urbanísticos, pero principalmente se refieren a licencias que habían sido solicitadas y ahora, tras desaparecer el Plan Xeral del 2008, ya no se conceden», explicó María Pérez. La presidenta vecinal asegura que «cuando los afectados acuden a la Gerencia de Urbanismo no se les informa por escrito, solo de palabra, lo que provoca una situación de indefensión en personas que sufren un grave perjuicio cuando han seguido todos los pasos legales».

El problema de estas personas es que tenían previsto construir casas, en muchos casos, y el terreno que habían adquirido con este fin de golpe y porrazo ha dejado de ser urbano, con todo lo que ello implica. Algunos de ellos han empezado a recibir escritos de Urbanismo en el que se le notifica que la licencia que tenían solicitada no puede ser concedida, haciendo oficial la nueva situación.

«Que se nos escuche»

Desde la Federación se plantea la creación de esta oficina «como una llamada para que el Concello nos escuche en el proceso de elaboración del nuevo Plan Xeral. Queremos hablar con el gobierno municipal y con la Xunta, y de hecho el Gobierno autónomo ya nos convocó, pero no así el municipal. Además, hace unos días se reunió con seis asociaciones, pero no con la Federación», aseguró Pérez.

Respecto a la denuncia colectiva, están abiertos a que se sumen todos los afectados que lo deseen siempre que el abogado lo recomiende tras conocer el caso. «La gente está ahora en tierra de nadie, con un plan anulado que el Concello dice que va a aprobar tal y como está y con un plan en vigor, de 1993, ya muy desfasado. Y las consultas que se plantean en Urbanismo solo reciben largas».

La Federación Vecinal es muy crítica con la gestión del Plan Xeral anulado, «un documento que recibió más de 60.000 alegaciones y que no se debió aprobar en esas condiciones». También tiene claro que la solución, pese a lo que indican los responsables municipales, «no va a producirse ni en seis meses ni en un año, pero cuando se inicie el proceso queremos tener participación y para ello estamos elaborando una base de datos con propuestas».

Caballero promete que el nuevo planteamiento «ya se ha iniciado e irá a toda velocidad»

Concello y Xunta acaban de constituir la comisión técnica del nuevo Plan Xeral, del que forman parte la concejala de Urbanismo, la secretaria xeral de Urbanismo y tres técnicos por cada parte. Según el alcalde «ya se ha empezado el procedimiento para elaborar la evaluación ambiental estratégica», el documento del que carecía el plan del 2008 y que provocó su anulación judicial. «Ahora queremos ir a toda velocidad y ya estamos en ello», explicó.

Recalcó Caballero que el Concello presentará exactamente el mismo plan que fue anulado «y por tanto la tramitación y los informes repetirán algo que ya está hecho, al margen de algunos pequeños cambios técnicos». Descarta el alcalde que la ejecución de la evaluación ambiental conlleve cambios en el documento. «Estoy seguro que reúne todos los requisitos medioambientales», aseveró.

«El terreno para nuestra casa ahora ya no es edificable»

«Es algo parecido al caso anterior. Con mi novio busqué un terreno para hacernos una casa y lo encontramos en San Miguel de Oia. Antes de adquirirlo nos aseguramos que era edificable, contratamos al arquitecto y el 7 de abril del año pasado solicitamos la licencia. Desde entonces en dos ocasiones nos pidieron cosas que ya estaban entregadas y ahora, con la anulación del Plan Xeral, ya no podemos construir».

También ha recibido la carta en la que se lo comunican oficialmente y le dan 15 para alegar. «No sé qué vamos a hacer. Nos gastamos nuestros ahorros y ahora nos tenemos que comer el terreno. Mientras, el Concello se preocupa de los grandes proyectos, pero se olvidan de nosotros, que no tenemos culpa».

«Pedimos dinero para el impuesto tras una herencia»

«Mi hermana y yo heredamos de mi padre 7.000 metros cuadrados en A Salgueira que están dentro de un plan especial. Mi padre estaba en contra, pero no sirvieron de nada las alegaciones. Después, nosotras lo heredamos y, de entrada, tuvimos que pedir un crédito para el impuesto de sucesiones ya que o pagábamos o nos embargaban. Mientras, el terreno no sirve para nada y las casas están llenas de okupas».

«El otro caso que me afecta es una parcela en Sárdoma que fue convertida en urbana, lo que nos obliga a pagar un IBI mucho más elevado. Está en el PERI de Pescadeira, que es inviable. Además, está afectado por la Ronda. No sé para que sirven esos peris si no hay demanda de viviendas. Sentimos que es mejor no tener propiedades que estar así».

«Compre una finca y ahora solo tengo monte bravo»

«La anulación del Plan Xeral fue un mazazo, me sentí perdida y acabó con mi vida tranquila. Decidimos vender un piso y una casa de nuestra propiedad para comprar una finca y hacer la casa familiar. Antes de tomar la decisión nos aseguramos que no habría problemas legales y que el suelo era apto para el fin que pretendíamos. Tras la compra, solicitamos la licencia pero acabo de recibir la carta del Concello en la que comunica que se suspenden las licencias».

«El resultado es que compré una finca urbana y tengo un trozo de monte bravo. Además, al ser reinversión de capital pagué un 8 % de impuestos y si en cuatro años la nueva casa no está escriturada tendré que pagar de impuestos el 20 % del importe de las ventas por no reinvertir».

«Una recalificación a la carta para dar un pelotazo»

«En una zona consolidada de vivienda unifamiliar aislada se eliminó el uso residencial para construir un colegio con el plan de 1993. Yo era pequeña, pero se asume que los gobernantes toman decisiones equilibradas. Sin embargo, posteriormente se intentó hacer un edificio residencial. Nos opusimos y se presentaron alegaciones al plan del 2008 con más de 100 firmas, pero fueron rechazadas».

Entiende esta vecina que fue un caso de «recalificación a la carta, aunque al final el edificio no se construyó, pero obtuvieron un gran beneficio con el cambio. En mi caso, recurrí la decisión pero no tuve suerte. Me vendió mi abogado, perdimos en el Tribunal Superior y no hizo caso a mi orden de que acudiéramos al Tribunal Supremo».

«Adquirí una finca en la que ahora no puedo construir»

«Estuve un tiempo buscando una finca en Vigo en la que poder construir mi casa». Así comienza el testimonio de esta vecina, que leyó María Pérez ya que no pudo estar presente. «Encontramos una parcela de 500 metros cuadrados en San Xoán que nos gustó y tras realizar las consultas pertinentes nos confirmaron que podíamos construir. Compramos el terreno, encargamos el proyecto a un arquitecto y el 6 de octubre lo entregamos con la solicitud de licencia, por la que pagamos 1.164 euros. Nos requirieron varios cambios y por medio se anuló el Plan Xeral. Ahora está vigente el de 1993, que exige una parcela mínima para construir de 750 metros cuadrados. Hemos gastado nuestros ahorros y no podemos edificar. Hemos quedado tirados».