La relojería pierde cuerda y marcas emblemáticas

pepe seoane OURENSE / LA VOZ

VIGO CIUDAD

En menos de 4 años desaparecieron de los escaparates firmas emblemáticas como Omega, Rolex y Cartier

14 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni Rolex, ni Omega, ni Cartier, por citar marcas conocidas en el mundo de la relojería de primera línea. Ourense se ha quedado sin concesionarios oficiales de esas emblemáticas firmas. Y aunque el mercado global y las comunicaciones facilitan la adquisición de piezas originales, ya sea a golpe de clic desde casa, o con un simple desplazamiento a cien kilómetros, la ausencia de estas marcas en los escaparates de las joyerías más prestigiosas de la capital es un síntoma. Concentrada como está la distribución de esta variable del lujo, más o menos exclusiva en función de los precios, las grandes firmas ponen sus condiciones. No vale regatear. O se acepta o se acabó. Ya no solo se exige la compra de un número determinado de piezas al año, incluyendo en ocasiones alguna peculiar cuya venta se presenta difícil aunque pase meses y meses en el escaparate, sino que un simple falta en una temporada acaba siendo determinante. Que no se venda Rolex en Ourense, más allá de la incomodidad para quien quiera adquirir uno, parece un signo inequívoco de la evolución de la economía de la provincia. O, al menos, de una parte.

El reciente cierre de la Joyería Cota en el cruce de las calles Bedoya y Valle Inclán ha sido el último golpe. Que la caída siga es una posibilidad que nadie descarta en el sector, aunque, por razones de elemental prudencia, se impone la discreción a la hora de las valoraciones. Un escaparate con marcas reconocidas y carteles no precisamente discretos anunciando «liquidación», como los que se veían hace unos días, incluso con llamativos reclamos de «hasta el 50%», es algo inaudito en este comercio.

Un caso práctico que indica cómo está el sector. La medida en las ventas de una de las joyerías de primera línea de Ourense estaba hace dos años en algo más de setecientos euros. La campaña del 2015 la ha cerrado esta misma empresa con una media de cuatrocientos euros por venta.

En el caso de los relojes, que es un aspecto muy visible por la fuerza de las marcas, la primera salida fue la de Omega en el año 2012. No hubo recambio, ni se recolocó en algún otro escaparate, como sí ocurrió con Cartier, que logró resistir dos años antes de acabar desapareciendo ahora con el cierre de Cota. Entre una marca y otra, también Rolex hizo un discreto mutis, aunque en este caso mantiene raíces con Tudor, firma del mismo grupo.

Que estuvieran reservadas para otra plazas -más población y más perspectiva de negocio- las marcas más exclusivas de la relojería, perfil Patek Philippe o Vacheron Constantin, entraba dentro de lo normal. Un punto de venta en Galicia era suficiente y que este siga estando en Vigo cae dentro de lo previsible por razones de censo. Pero que ahora se haya completado el abandono de las firmas que eran estandarte de la joyería local, entre las calles del Paseo, Santo Domingo y Bedoya, no parece que sea un buen indicador. No es solo un problema que afecte a tres o cuatro empresas, ni un signo de estancamiento, sino de marcha atrás, apuntan en el sector.

La fuga de Omega, Rolex, Cartier ha ido acompañada, además, de reubicación de marcas, ampliando en todos los casos las líneas de gama media, constatado que las primeras no han acabado de encontrar su sitio.