Surfeando en la ría con alerta naranja

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Decenas de personas disfrutan a diario de las olas en Vigo, Nigrán y Baiona

10 feb 2016 . Actualizado a las 13:16 h.

¿Quién dijo que las playas no son para divertirse también en invierno? Los amantes del surf no abandonan sus tablas durante la época del frío en las playas de Vigo y O Val Miñor. Ni siquiera la alerta naranja que ha decretado para estos días la agencia estatal de meteorología desanima a muchos de estos intrépidos deportistas.

Decenas de personas disfrutan a diario buscando las mejores olas. No importa que llueva ni que haga frío. Con sus trajes de neopreno las horas pasan volando sin que se noten las bajas temperaturas.

La playa de Patos, con su fondo de arena, es un lugar muy apropiado para quienes deseen adentrarse en este deporte, que supone toda una forma de vida para sus adeptos. Allí se forjó Gony Zubizarreta, uno de los grandes profesionales del surf de este país. En esta franja costera se concentran cuatro escuelas deportivas por las que pasan cientos de alumnos cada semana. Hay aprendices de todas las edades, desde niños de siete años hasta jubilados.

Ayer apenas había deportistas practicando surf en este lugar. El mar de fondo no hace aconsejable meterse sino se tiene una cierta experiencia. Quienes, pese a su juventud, son ya todos unos expertos son Antón de San Ildefonso y Pablo Valcárcel, que no desaprovecharon la oportunidad de pillar olas en el extremo conocido como el pico, uno de los lugares predilectos para los surfistas, la mejor ola de la ría de Vigo, según los expertos.

Todos los niveles

Pero no hay que ser un avanzado en este deporte para practicarlo durante el invierno. Las playas de Vigo y de Nigrán ofrecen una diversidad de espacios adaptados para todos los niveles.

Por ejemplo, la playa Ladeira es un lugar idóneo donde poder seguir practicando lo aprendido en los cursos de verano a pesar del mal tiempo. Media docena de deportistas persiguieron ayer olas en estos arenales de Baiona. Uno de ellos es Javier Lemos, trabajador social, que aprovecha los días festivos para practicar su deporte favorito. «Me metí porque arrastro un catarro desde hace dos semanas y acabo de dejarlo todo ahí», manifestaba ayer al mediodía después de salir del agua. «Esta es una playa tranquila en invierno, mientras que en verano no hay ninguna ola», afirma Nicolás Vázquez, otro surfista que ayer acudió a la playa Ladeira. Pese a todo, ayer no fue un día para hacer surf en Baiona. «El mar estaba bastante picado y con un viento que no era bueno», afirmaba ayer Nicolás.

La playa del Vao es otro de los lugares predilectos para la práctica del surf. Por la tarde, aprovechando la marea alta, una veintena de jóvenes disfrutaban del oleaje. Esta playa es un lugar perfecto para los amantes del bodyboard, donde a diferencia del surf, hay que deslizarse sobre las olas arrodillado o tumbado sobre la tabla.

«La ventaja de hacer surf en invierno es que no hay bañistas por lo que se puede practicar el deporte con una mayor comodidad y con menos riesgo de accidentes», señala Raúl Gómez un vigués que practica el surf a lo largo de todo el año. Hacerlo en grupo siempre otorga una mayor seguridad.

«El invierno es la mejor época, las borrascas son perfectas para encontrar olas»

Los amantes del surf viven su mejor época en invierno. «Con las borrascas entra todo y son perfectas para los buscadores de olas», afirma Lorena Vilán, responsable en la playa de Patos de Prado Surf Escola, una de las cuatro escuelas existentes en Nigrán para iniciarse en este deporte.

En verano su escuela abre sus puertas a numerosas personas que desean aprender a coger sus primeras olas. El invierno es para quienes ya tienen práctica, aunque también es una época idónea para aprender en lugares como la playa de Patos. De hecho, los monitores de su escuela enseñan de martes a domingo, tanto a particulares como a colegios como actividades extraescolares. Ahora en invierno pasan cada semana más de un centenar de alumnos por las instalaciones ubicadas al pie de playa. «Hay muchísima afición, la gente cada vez se anima más», afirma.

«Esta playa es perfecta para aprender, pero si vemos que hay mucho mar nos movemos a otras zonas más protegidas, como A Ladeira, A Madorra o Praia América», afirma Lorena.

Meterse en el agua con mar de fondo resulta peligroso, pero no para quien tiene ya cierta experiencia en este deporte. «No es peligroso siempre y cuando se conozca bien el medio y la gente que entra ya sabe y es experimentada, por lo que nunca hay ningún problema», asegura.