El «método Sky» a la gallega

vigo / la voz

VIGO CIUDAD

Entrenamiento pautado tras pruebas físicas que realiza la Universidad y sesiones colectivas para trabajar la táctica, claves

28 ene 2016 . Actualizado a las 09:36 h.

El Club Ciclista Rías Baixas ha adaptado, en la medida de sus posibilidades, el método Team Sky. No por mimetismo, sino por convencimiento. Hace tiempo que tanto Marcos Serrano, el director deportivo, como Óscar García, Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, barruntaban la misma idea, que consiste en primer lugar en considerar el ciclismo como un verdadero deporte de equipo, con planteamientos tácticos incluidos, y en donde pautar un trabajo personalizado para cada ciclista a partir de unos test es la base para la progresión permanente de todos los miembros del equipo.

¿Qué pretende el modelo del Rías Baixas?

Que un equipo ciclista sea un equipo, que entrene junto y que tenga unas pautas de trabajo definido, tanto en el apartado físico como en la preparación en carretera y en la táctica de carrera. «Me llamó la atención que en el ciclismo estamos al libre albedrío. Llegas a la carrera y vives de lo que te cuenta un corredor, todo se basa en el ensayo error, y yo quiero ver a los corredores. Si algún día tengo un equipo profesional intentaría que todos vivieran en la misma ciudad», comenta Marcos Serrano, el director deportivo de la entidad.

¿En qué consiste el método de trabajo?

Por un lado está el trabajo de evaluación de los ciclistas que el club realiza en colaboración con la Universidad de Vigo a través de un convenio marco. «Evaluamos a los ciclistas para después diseñar sus programas de entrenamiento con cierto rigor», comenta Óscar García, profesor de la Facultad de Ciencias del Deporte que llevaba años reivindicando un cambio del plan de entrenamiento en el ciclismo, algo parecido a lo que ha puesto en funcionamiento, y de moda, el Team Sky. «El Sky cambió la dinámica organizando grupos de cuatro o cinco ciclista del equipo que tienen un entrenador para ellos y que los lleva individualmente, lo que les permite ser capaces de trabajar tácticamente la carrera, respondiendo a los abanicos, ser capaces de hacer una carrera dura. A eso se le llama método Sky». De la táctica en carrera se encarga el exciclista de Redondela, que todos los fines de semana reúne al grueso de su equipo.

¿Cuáles son las pruebas que realiza la Universidad?

Tres se realizan para programar el trabajo y una cuarta se encarga de corroborar que la pauta es la adecuada. «Tenemos un protocolo de evaluación que son tres pruebas físicas y una que nos permite comprobar que lo que nosotros hemos detectado es así. La primera es la composición corporal, saber en qué porcentajes de grasa y de masa corporal está nuestro ciclista. La segunda consiste en una tensiomiografía que permite ver cómo responde el músculo a diferentes estímulos eléctricos y nos permite medir músculos aislados como el vasto medial, músculos relativamente pequeños que de otra manera no podíamos medir. También poder compararlos entre la pierna izquierda y derecha para ver qué grado de simetría tiene nuestro deportista. De la misma manera, comparamos los músculos anteriores con los posteriores de la pierna para saber en qué grado nuestro ciclista puede llegar a utilizar toda la fuerza que luego aplica al pedal, y la tercera es una prueba en un cicloergómetro con un potenciómetro para valorar el rendimiento. Es decir, cuánta potencia puede aplicar el ciclista en el pedal en diferentes intensidades». Con los resultados de esta prueba se pauta el entrenamiento «para evitar volumen de entrenamiento que no sirva de nada».

¿En qué consiste la prueba en carretera?

Es la prueba del algodón. El escenario en donde se confirma si la hoja de ruta (del trabajo de cada ciclista) es correcta o necesita una revisión: «Lo que hacemos es ver si el ciclista es capaz de mantener estables los ritmos de entrenamiento que hacemos con el potenciómetro en el laboratorio. Analizamos hasta qué punto hemos acertado o tenemos que corregir un poquito en función de lo que el ciclista pueda expresar encima de la bicicleta. Con eso cerramos una valoración que lo que nos permite es individualizar el entrenamiento del ciclista, darle el estímulo que necesita exactamente, no solo encima de la bicicleta, sino a través de un programa de flexibilidad o de entrenamiento de fuerza en función de las necesidades que tenga», precisa el profesor.

¿Por qué el trabajo táctico es un arma fundamental?

Porque es una opción que casi ningún equipo potencia y que distingue al Rías. Para rentabilizarlo, es necesario que el equipo entrene en grupo. «Marcos trabaja mucho la táctica en carrera, cómo se posicionan, que aprendan a leer la carrera, en dónde deben estar en cada momento», apunta Óscar García, mientras Serrano da una clase práctica: «Hay un circuito en O Rosal. Allí trabajamos la táctica y la técnica. Esas cosas se entrenan. Los sábados y los domingos estamos juntos y a veces quedamos todo el equipo en Benavente. Intentamos trabajar un método. Me comparo con todos los deportes y veo que cualquier equipo de balonmano que se precie entrena todos los días junto, por preparación física y táctica, por eso yo intento aplicarlo un poco al ciclismo».

¿Hay algún trabajo de refuerzo?

Por el momento han incorporado un trabajo de fuerza que supervisa un directo colaborador del profesor Óscar García. Tres días a la semana toca pesas. «Al principio eran reacios, pero ahora va (a Pontevedra) casi todo el mundo y se lo pasan bien». Labor de equipo.

ANÁLISIS la preparación del club ciclista rías baixas