Fomento descarta riesgo de colapso en Rande, que tendrá carriles interoperables

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El Ministerio insta al inicio de la obra o amenaza con volver a sacarla a concurso

16 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ministerio de Fomento mantiene el proyecto de ampliación del puente de Rande al descartar que las obras con los nuevos carriles exteriores que cambiarán su fisonomía corran peligro de colapso en cuanto entren en funcionamiento cuando finalice su remodelación. La posibilidad de alcanzar un nivel crítico en el volumen de tráfico tras su ampliación fue apuntada en un estudio técnico elaborado para el proyecto de ampliación del puente, pero Fomento mantiene que sus propios análisis de ocupación del paso sobre la ría avalan la solución constructiva aprobada y que deberá estar concluida en enero del año próximo.

Eso sí, el diseño previsto inicialmente, según ha podido saber La Voz, ha sufrido un retoque que modifica considerablemente las opciones de conexión entre las dos orillas de la ría en el puente una vez ampliado. En lugar de que el tablero original solo acoja el tráfico de largo recorrido que circula por la autopista entre el norte y sur de Galicia y se empleen por tanto los carriles exteriores únicamente para los vehículos que transitan entreVigo y O Morrazo, se ha acabado por habilitar la posibilidad de que el tronco principal del puente pueda ser interoperable también para circular entre las dos márgenes de la ría cuando sea preciso.

Paneles de aviso

Será la concesionaria de la autopista la que active en función del nivel de tráfico la posibilidad de utilizar los carriles actuales para la llamada circulación local entre Rande y Moaña. Cuando así se indique en los paneles que serán ubicados antes del puente, los conductores podrán utilizar el carril derecho del tablero central para ir O Morrazo, como ocurre en la actualidad. Lo mismo sucederá en el corredor de O Morrazo, que está siendo desdoblado en dos carriles en la actualidad, donde en horas punta y momentos de tráfico denso se dará la posibilidad de acceder al enlace que conecta hoy el área de Vilaboa con la AP-9 para empatar así con el tráfico procedente de Pontevedra y circular por tanto hacia Vigo por el tablero central.

Cuando las circunstancias del tráfico no lo exijan, todo el tráfico entre las dos orillas tendrá que circular por los nuevos carriles que se construirán por el exterior del puente, obra que aún no se ha iniciado pese a que el acto simbólico de la colocación de la primera piedra se llevó a cabo en febrero del pasado año.

Ese retraso fue ayer aducido por Fomento para exigir que se inicien de inmediato las obras, llegando a amenazar incluso a las constructoras adjudicatarias, a través de declaraciones hechas a este periódico por la portavocía del ministerio, de la posibilidad de llegar a anular el concurso público de ampliación del puente y volverlo a convocar dada la falta de actividad en las obras, que ya motivaron a finales del año pasado que la ministra Ana pastor ordenase a los inspectores efectuar un informe sobre el retraso acumulado en el desarrollo del proyecto.

«El Ministerio de Fomento no variará el proyecto», insisten sus portavoces, que recuerdan que dicha posibilidad fue rechazada tras solicitarlo las ganadoras del concurso, las empresas Dragados ACS y el Grupo Puentes, que se manifestaron a favor de adaptar el tablero actual para encajar en el los dos nuevos carriles en lugar de hacerlo por el exterior. «La abogacía del Estado ya manifestó que eso sería cambiar radicalmente el proyecto y que obligaría legalmente a convocar un nuevo concurso público, pero no hay lugar a ello, además porque nuestros estudios avalan el modelo constructivo aprobado», recalca Fomento.

La Xunta se inhibe

Pese a que el informe técnico de tráficos apuntaba a la posibilidad de un colapso en el corredor que está desdoblando en autovía la Xunta, la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, eludió ayer posicionarse sobre el proyecto de ampliación de Rande, alegando que es responsabilidad de Fomento y que a dicha instancia corresponde valorar los riesgos que se puedan generar.

La obra tiene un plazo de ejecución de 23 meses, de los que se han consumido ya diez sin apenas actividad.