Las empresas «call centers» desatan en Vigo una guerra por su expansión

jorge bravo VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

El grupo Bosch ultima una nueva nave con capacidad para 800 trabajadores. El grupo Unisono da empleo a cerca de 700 personas

14 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las compañías más importantes de atención telefónica, conocidas como contact center, han centrado en Vigo su lucha para la atracción de nuevos clientes comerciales. El grupo Bosch, que se instaló en María Berdiales en el 2003, abrirá durante este trimestre su nuevo centro de operaciones. Contará con espacio para 800 trabajadores, aunque fuentes consultadas en CC.OO., UGT y CIG coinciden en que no se creará, de momento, nuevo empleo.

Según las fuentes sindicales, los contact center cobran por el número de llamadas recibidas. Las empresas, por su parte, exigen la máxima calidad. El convenio colectivo es estatal y sectorial, por lo que las empresas no pueden competir entre ellas en los salarios de los trabajadores, por lo que exigen a sus trabajadores más celeridad con la máxima calidad. Los sindicatos afirman que esa presión llega en ocasiones a los trabajadores.

Este movimiento se encuadra en las declaraciones del presidente de Bosch, Walter Soltau, que aclaró en el 2014 que Vigo estaría entre sus planes de crecimiento en España. En la actualidad trabaja para empresas como Vodafone. La compañía tiene en su plantilla a cerca de 2.000 personas, de las cuales 500 lo son a través de una empresa de trabajo temporal (ETT).

Por su parte, desde el 2005, Unisono da trabajo a 650 personas. La empresa llegó a alcanzar el millar de trabajadores pero adelgazó su estructura en plena crisis económica. El 40 % de los trabajadores son temporales. Cuenta con dos instalaciones en la Gran Vía, una de ellas el antiguo edificio de Telefónica. El grupo cuenta a nivel mundial con 7.500 trabajadores. Unisono tiene abierto ahora mismo una convocatoria para 25 vacantes.

Ambas compañías emplean las ETT para atraer a nuevos trabajadores para ponerlos a prueba. Según explican fuentes sindicales de CC.OO., las empresas de trabajo temporal tienen 45 días de prueba en su contrato, quince más que la propia compañía. Los sindicatos negocian a nivel estatal la redacción de un nuevo convenio colectivo. El que se aplica ya caducó y no reconoce incrementos salariales desde el 2013.

Nuevo empleo

Vigo, brazo industrial de Galicia, también es la punta de lanza de una nueva sociedad posindustrial. En la ciudad, solo PSA Peugeot-Citroën supera en número de trabajadores a Bosch, que se equipara a Povisa, con 1.300 empleados contratados.

Primer empleo: 650 euros de sueldo

Muchos jóvenes que terminan sus estudios se encuentran, habitualmente, sin un empleo para la formación que han recibido. Algunos trabajadores se ven en el paro con la necesidad de sacar adelante una familia. Los contact center son un escape para acceder a un primer trabajo o para poder cobrar una nómina a final de mes.

Son pocos los requisitos que se piden más allá de superar la prueba de selección, la prueba de formación y el período de prueba. Este último, explican los sindicatos, es donde se cometen el mayor número de despidos. No lo son en la práctica, porque la ley permite que cualquiera de las partes pueda interrumpir una relación laboral durante ese período justificando únicamente que no se ha superado.

Pero si aun a pesar de este trámite, se consigue entrar en la compañía, los jóvenes se encuentran con un convenio colectivo que no se revisa desde el 2014. Este fija el salario bruto de teleoperador a jornada completa en 13.256,73 euros.

La realidad, explican los sindicatos, es que son muy pocos los trabajadores con ocho horas diarias reconocidas en el contrato. Así pues, el empleo que se está ofreciendo actualmente es por un mínimo de 25 horas semanales, lo que deja la retribución en 650 euros. Con las pagas extras prorrateadas. En el caso de Unisono, explica la CIG, también se está contratando por períodos de 30 o 35 horas, con un salario de entre 800 y 1.000 euros.

El convenio reconoce también las categorías profesionales. El nivel 11 sería el de teleoperador, al que se accede por primera vez. Al cumplir un año de antigüedad, se accede al de profesional. Esto supone un incremento salarial de 600 euros anuales. El problema se da en el paso del nivel 10 al 9, el de gestores. Este está destinado a los empleados con más conocimientos en operaciones de banca. El incremento salarial es de 1.400 euros anuales respecto al de teleoperador. Casi ninguno lo recibe, según explican fuentes de CC.OO., y la mayoría lo tienen que hacer vía judicial.

Las siguientes promociones, explican fuentes sindicales, son difíciles para aquellos que entran a colgarse los cascos, según la jerga del sector. Los niveles 9 y 10, de coordinador y supervisor, son suplidos mediante movilidad funcional.

Se asciende por tres meses a un teleoperador que vuelve a su mesa antes de ver consolidada su nueva categoría.