Un juez de Vigo anula el impuesto de plusvalía al vendedor de un piso

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Vicente Casal muestra la sentencia por la que se ha librado de pagar 859 euros en Baiona.
Vicente Casal muestra la sentencia por la que se ha librado de pagar 859 euros en Baiona. óscar vázquez< / span>

El fallo reconoce que no debe tributar cuando el precio de la vivienda ha bajado

12 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de lo contencioso número 2 de Vigo ha anulado el impuesto de plusvalía a un propietario que vendió una vivienda por menos dinero del que le había costado. La sentencia podría abrir la puerta a muchos dueños que han visto cómo sus inmuebles han perdido valor durante los últimos años por la crisis e y que, sin embargo, en el momento de venderlos, se ven obligados a pagar en los ayuntamientos este tributo a pesar de transmitir sus bienes en pérdidas.

El denunciante, Vicente Casal, vendió en mayo del año pasado un piso por un importe de 184.000 euros que había adquirido en el 2005 por 203.000 euros. Pese a que su propiedad valía menos, el Ayuntamiento de Baiona le reclamaba 859 euros del impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana. A este contribuyente no le parecía justo tener que pagar por una plusvalía que no se había generado y presentó una demanda en el juzgado de lo contencioso cuando el Ayuntamiento desestimó el recurso de reposición que interpuso contra la liquidación del impuesto.

El magistrado le ha dado la razón al entender que no debe pagar por un incremento de valor que no se ha producido y al considerar acreditado la depreciación de la vivienda con el paso de los años.

El impuesto de plusvalía se creó cuando la realidad económica era diferente a la actual. Entonces el precio de los terrenos de naturaleza urbana se incrementaban constantemente. «Como consecuencia de la profunda crisis económica y el impacto de la misma en el sector inmobiliario, es un hecho notorio la pérdida de valor de muchos terrenos», reconoce el fallo judicial.

El Ayuntamiento no compareció el día del juicio en el que el demandante acudió con el abogado que le defendió en este procedimiento, Jorge Painceira Maciñeiras. Los servicios jurídicos de la administración local remitieron un escrito al juzgado esgrimiendo que cumplían con la ley reguladora de haciendas locales al exigir al vendedor el pago del impuesto. Por otra parte, también señalaba que el piso no había disminuido de valor, teniendo en cuenta los valores catastrales que se toman como referencia para la aplicación de este impuesto.

Incuestionable

Sin embargo, el magistrado considera incuestionable que el propietario no debe pagar el tributo porque realizó la transmisión de la propiedad por un valor inferior a cuando lo adquirió. «Si no hay incremento de valor ni hecho imponible, no es preciso plantearnos la aplicación de estas reglas», manifiesta en la sentencia.

Según su criterio, no se trata de pasar por alto el cumplimiento de disposiciones legales, sino de una interpretación de las mismas, por lo que considera destacable seguir las pautas de un artículo del Código Civil que estipula que las normas se interpretarán en relación con el contexto y la realidad social en el momento en el que han de ser aplicadas.

Y la realidad actual es muy diferente a cuando se legisló este impuesto. Al contrario de lo que sucedía antes de la crisis económica, «el paso del tiempo no siempre determina una revalorización de los inmuebles», según expresa el juez en la sentencia.

Tras el fallo judicial, el Ayuntamiento de Baiona optó por no presentar ningún recurso y devolvió el dinero que había pagado el denunciante con los intereses devengados.

El denunciante: «Esta sentencia abre el paso para que más gente pueda reclamar»

Vicente Casal manifiesta que acudió al juzgado no por el hecho de ahorrarse los 859 euros que le demandaba el Ayuntamiento de Baiona, sino por la injusticia que le parecía el hecho de tener que pagar un tributo por una plusvalía que no se había producido. «No pueden aplicar unos impuesto sobre algo de lo que no se obtiene un beneficio», afirma.

Este propietario que actualmente está afincado en Gondomar había comprado la vivienda en el año 2005 en la urbanización de Los Tendales con el ánimo de pasar cortas temporadas de tiempo. Dado que le daba muy poco uso, finalmente decidió venderla. Pero la crisis económica hizo que su vivienda fuera perdiendo valor con el paso de los años. Durante el procedimiento judicial aportó dos valoraciones de la Xunta de Galicia para acreditar cómo se fue depreciando con el tiempo.

Informes

El informe de la administración autonómica demuestra que el precio de la vivienda por el que había pagado 203.000 euros en el año 2005 había bajado hasta los 147.343 en agosto de 20104 y hasta los 119.771 euros en mayo del año pasado. A mayores, aportó datos oficiales publicados por el Ministerio de Fomento sobre la evolución de los precios medios del metro cuadrado de suelo urbano en los municipios de entre 10.000 y 50.000 habitantes de la provincia de Pontevedra y que evidencian una importante disminución. En opinión del demandante, la sentencia, aunque no emite jurisprudencia «abre el paso para que más gente en la misma situación pueda denunciar».

Dos vecinos de Salvaterra documentan estas construcciones históricas que perviven.

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