Las calles inundables aguantan el primer chaparrón

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Julián Estévez, Bouzas o Beiramar siguen anegándose mientras que Balaídos y Colón soportan las intensas lluvias

04 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los seis puntos negros del casco urbano de Vigo que se inundan cada vez que caen fuertes precipitaciones superaron ayer la primera prueba. Beiramar, Balaídos, Berbés, Bouzas, Colón, Isaac Peral y Julián Estévez resistieron ayer las trombas pero en cuatro de ellos se formaron charcas. Destaca la calle Julián Estévez, en Teis, que hace fondo de saco y recoge el cauce pluvial del barrio. Hace una semana se formó una gran bolsa de agua, según denuncian los vecinos. «El Concello debería limpiar el parque cercano porque las hojas atascan los desagües, pues esta calle recoge toda el agua que baja por Sanjurjo Badía», comentó ayer un residente. A las 14.00 horas, había un amplio charco.

El segundo punto negro es la calle Olímpicos, entre el estadio de Balaídos y la pista de atletismo, que se suele anegar con las trombas. A las 13.00 horas, varios atletas entrenaban por los soportales del estadio. Un anciano confirma la fama de esa calle: «Antes si que se inundaba, cando caía un pouco de auga, inundábase todo». Otro hombre, que pasea un perro, insiste en que «eso era antes, ahora no hay inundaciones». Una quiosquera añade: «La zona de abajo de Balaídos es la que se inunda pero hoy [por ayer] no hay una lluvia torrencial y no va a pasar nada».

¿Cuál es el problema de Balaídos? Por un lado está situado en la falda de un terreno inclinado que sube hasta Coia y plaza América por lo que la rúa dos Olímpicos recoge toda la lluvia que baja de As Travesas y Coia. La propia calle de Balaídos tiene una pronunciada pendiente hacia los soportales del estadio, motivo por el que se formaron charcos bajo los coches aparcados.

Por otro lado, Balaídos es una llanura cruzada por el río Lagares. Ayer, a las 12.30 horas, llevaba un caudal alto con una fuerte corriente desde Castrelos y se desbordó en el paseo fluvial hacia Balaídos. El río va desviado y canalizado desde Castrelos hasta la salida de la calle Olímpicos, donde sigue su curso natural. Aunque hubiese una crecida, el río tendría que superar 3 metros de desnivel para poder inundar la calle, a una cota inferior.

El cruce de Colón con García Barbón, rodeado de altos como O Castro y O Calvario acumula numerosas corrientes y es otro lugar de inundación. En ese caso, la elevada presión del agua que fluye levanta las tapas de las alcantarillas cuando hay fuertes lluvias. Ayer, a las 13.30 horas y por la tarde, resistió bien.