El fútbol es un cachondeo

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO CIUDAD

En la Liga viviremos una traca, con horarios absurdos y en días laborables

26 dic 2015 . Actualizado a las 14:24 h.

Imaginemos una partida del mundial de ajedrez en la que un jugador de élite, acorralado por las piezas del rival, pudiera sacar la chequera y comprarle la reina a su contrincante. De blanca pasaría a negra. O al revés. Y así, gracias a un intercambio de dinero en pleno juego, el ajedrecista en apuros pasaría de especular con la derrota por mate a tener una posición ventajosa en el tablero.

Obviamente, esto sería un cachondeo. Nadie se interesaría por un deporte en el que se pueden cambiar las reglas en medio de la partida. Y todo a cambio de algo tan ajeno al propio juego como el dinero. Pues esto, exactamente, es lo que sucede en el fútbol. Y lo que va a pasar con el jugador Augusto Fernández, futbolista del Celta que, tras disputar media Liga como celeste, lo hará la otra media como colchonero. ¿En alguna cabeza cabe semejante tomadura de pelo?

Por supuesto, este despropósito encaja en el cerebro de los dirigentes del fútbol, gente poco recomendable, como lo demuestran Joseph Blatter, Michel Platini o Rafael Louzán. Con tales cuadros directivos, asombra que el deporte rey sobreviva. Otro ejemplo de incompetencia es el Bodrio Day que en unas horas vivirá la Liga. El calendario prevé partidos desde las 4 de la tarde del miércoles 30 de diciembre hasta la misma hora del jueves 31 de diciembre. Con ello, se quiere imitar el exitoso Boxing Day de la Premier League. Pero aquí se hace en plan chapuza, como es marca de la casa.

El Boxing Day es una festividad en el Reino Unido, traducible como El día de las cajas, y alude a los paquetes de regalo que se dejan bajo el árbol de Navidad. Es una ocasión para agasajar a los más necesitados. Y es festivo. Por esa razón, el 26 de diciembre hay partidos de la liga inglesa, a los que todos pueden acudir. Tradicionalmente, en esta fecha los hijos van a los campos de fútbol con sus padres.

En la imitación española, no han reparado en el detalle de que aquí, los días 30 y 31 de diciembre, son laborables. Y sería bueno saber quién puede acudir el miércoles al Santiago Bernabeu, a las cuatro de la tarde, para ver el Real Madrid-Real Sociedad. O cuántos espectadores va a congregar el Levante-Málaga de las 18.15.

Por el contrario, la jornada del Boxing Day, que se celebra hoy, tiene hace semanas agotadas las entradas muchos partidos. También para los del próximo lunes 28, cuando hay un apasionante Manchester United-Chelsea, con mucho morbo, para el que ya están agotadas las localidades.

En esta segunda fecha podría objetarse que el lunes 28 ya no será festivo en el Reino Unido. Pero es falso. Porque en las islas británicas, cuando el Boxing Day cae en fin de semana, se pasa el festivo al lunes.

En la Liga, en cambio, viviremos una traca, con horarios absurdos, y en días laborables. Un nuevo cachondeo que podemos sumar al caso de Augusto, un gran jugador a quien los celtistas ya echamos de menos. Y que se va a golpe de chequera en medio de la partida.