La Iguana Club alcanza el cuarto de siglo

VIGO CIUDAD

El próximo domingo cumplirá 34 años Siniestro Total y lo celebrará tocando en La Iguana.
El próximo domingo cumplirá 34 años Siniestro Total y lo celebrará tocando en La Iguana. óscar vázquez< / span>

La mítica sala celebra su cumpleaños el martes con su clásico concierto de Navidad

21 dic 2015 . Actualizado a las 09:42 h.

Cuando nació La Iguana aún existía la Unión Soviética. Fraga comenzaba su primer mandato en Galicia. Felipe González iniciaba su tercera legislatura. Manoel Soto llenaba la ciudad de canastas de minibasket «Por un Vigo mellor». Y la Movida vivía sus últimos estertores.

En diciembre de 1990, la calle ya no era la misma de los ochenta. Pasaban a la historia la arruga es bella, las hombreras, el pelo cardado y las restantes doctrinas de Galicia Moda. Emergían las melenas, las patillas y el regreso del rock. Y ahí estaban cuatro amigos para fundar un templo para la nueva liturgia. Cerrado ya el Kremlin, y con el Manco y el Ruralex en las últimas, La Iguana inauguraba el paradigma.

Fran, Julián, Fernando y Billy, los cuatro socios fundadores, trabajaron duro y se empeñaron hasta las cejas. Cuando, años más tarde, lograron el éxito, muchos los envidiaron. Porque así sucede siempre. Pero pocos conocían el enorme esfuerzo que supuso para ellos poner en marcha un club con una fórmula en la que no había referentes cercanos.

Los cuatro promotores le echaron el ojo a un antiguo gimnasio en la calle Churruca. Y, como algunos eran músicos, se gastaron un pastón en la acústica del local. Era una época en la que en ?Vinos? (aún no lo llamaban Casco Vello) muchos aún creían que insonorizar era pegar cartones de huevos en las paredes. Para la obra, reunieron 30 millones de pesetas, una fortuna de la época, reunida con crédito y mucho esfuerzo. Y sacaron en las obras 20 contenedores de escombros.

Dos pasarelas de acero y cristal daban al local una estética diáfana en dos alturas. Y la decoración fue otro acierto, con el negro como protagonista, encendido por paredes flamígeras y fotocopias de pin-ups a tamaño real.

Tras inaugurar, en diciembre de 1990, llegó el primer concierto, con los neoyorquinos ?The Devil Dogs?. Aún hay en la sala un cartel enmarcado, y firmado por los músicos, de aquella primera actuación. Y recuerdan que les costó tiempo no perder dinero con la programación. The Del Fuegos fueron los primeros que dejaron algo de pasta en caja.Pero la apuesta era programar música de calidad, con un estilo muy definido, que en cierto modo se adelantaba a su propia época, porque cierta languidez musical sintética de los ochenta seguía revolviéndose en su tumba.

En los primeros años, hubo conciertos históricos. Green Day, entonces unos desconocidos que tocaron como teloneros de otro grupo: NoFX. Uno de los socios, Fran, aún recuerda cómo tuvo que salir del bar a buscar público para aquel concierto. Años más tarde, con su tema Basket Case, los californianos llenaban estadios en todo el mundo. Off Spring ya tuvo el éxito de público en La Iguana que auguraría su futura fama mundial. Y, entre los conciertos inolvidables, están los de bandas como Nada Surf, The Godfathers o la conmoción que provocaron los de Andrés Calamaro. También, la visita sorpresa de Manu Chao, poco después de abandonar Mano Negra.

Capítulo aparte merece la imagen de marca. Fue Julián quien se empeñó en que La Iguana llevase el apellido Club, que por entonces solo tenían en Galicia las casas de putas. Y la iguana del logotipo, inspirada por Billy, encontró su hábitat natural en las camisetas. Aún hoy, 25 años después, son un icono, que en su momento lució sin descanso Javier Bardem mientras promocionaba Los lunes al sol. El 22 de diciembre, La Iguana Club celebrará con su tradicional concierto navideño sus primeros 25 años de historia. Quién lo diría, habiendo traspasado el territorio de la leyenda.

eduardorolland@hotmail.com