La exposición de Verne

VIGO CIUDAD

Mapa de los viajes más extraordinarios del escritor francés.
Mapa de los viajes más extraordinarios del escritor francés.

Madrid estrena la muestra «Los límites de la imaginación», una prueba más del tirón que sigue teniendo el autor de Nantes

23 nov 2015 . Actualizado a las 13:34 h.

Hasta el 21 de febrero, hay un nuevo aliciente para una escapada a Madrid. La exposición Julio Verne. Los límites de la imaginación, que acoge la Fundación Telefónica, es probablemente la muestra más ambiciosa que, sobre el escritor francés, se ha hecho en España.

Comisariada por María Santoyo y Miguel Ángel Delgado, la muestra propone «una revisión del mítico autor a través de un fascinante viaje por sus personajes y sus invenciones, por el mundo que le rodeó y, sobre todo, por el mundo que inspiró», afirma el catálogo, que defiende que estamos ante «una evocadora y original revisión de una de las grandes figuras de la literatura universal». La exposición retrata los inventos que Verne imaginó y que otros construyeron después. Pero también, la geografía que recorren los personajes de sus novelas. «De repente en cincuenta años se avanzó más que en los cinco siglos anteriores. Y eso, especialmente en el último tercio del siglo XIX, generó una corriente de optimismo total en la capacidad del ser humano», afirmaba Delgado en una entrevista con la agencia Sinc.

La muestra cuenta con la colaboración de catorce prestatarios. Se han cedido joyas procedentes de colecciones particulares como las de Francisco Javier Román Huerta, Diego Quevedo Carmona o el matrimonio norteamericano Worswick. Presenta también objetos, en muchos casos inéditos, de la Biblioteca Nacional, , el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Teatro de la Zarzuela, el Ejército del Aire, la Filmoteca Española y la Fundación March, entre otros. La fundación neozelandesa Antarctic Heritage Trust permite, por primera vez en España, la exhibición de unas fotografías tomadas hace cien años en el continente austral y recuperadas en 2014.

La exposición subraya que, a pesar de recorrer casi todo el globo, los personajes del escritor no viajan demasiado a España. Hay toques en Baleares, Canarias y Galicia: una subida al Teide, una estancia en Mallorca y un paso por las rías gallegas. «No llegan a ser el fondo de la cuestión, sino que forman parte de una acción mucho más larga que va por otros lados», afirma Delgado. En este sentido, la relación de Verne con Vigo habría sido mucho más aprovechable para la muestra. No sólo porque En la bahía de Vigo es uno de los capítulos más importantes de 20.000 leguas de viaje submarino, sino por las dos visitas que el escritor realizó a la ciudad. Vigo es el único lugar de España que visitó Verne a lo largo de su vida. Lo hizo en dos ocasiones. Y en ambas pasó varios días disfrutando de la ciudad y participando en su vida social. Como contraste, Palma de Mallorca celebró la pasada primavera una intensa programación cultural para festejar el aniversario literario de la novela Clovis Dardentor, en la que el protagonista visita esa capital. La Sociedad Hispánica Jules Verne organizó los fastos, bajo la dirección del investigador Nicolás Moragues.

Subrayemos que Clovis Dardentor no está entre lo más popular de Verne, muy lejos en relevancia de 20.000 leguas de viaje submarino. O que el propio escritor nunca visitó el archipiélago balear. Pero es lógico que Palma presuma de que se nombre esté ligado al autor, con su consiguiente tirón cultural y turístico.

Otro tanto sucede en Madrid con esta exposición. Lógicamente, está emplazada en una gran ciudad, con un público potencial enorme, pero además hay una relación entre Verne y la capital de España, que al mismo tiempo la enlaza con Vigo. Y es que la primera edición mundial de 20.000 leguas de viaje submarino no se realizó en Francia, sino en Madrid, en 1869, en castellano, gracias al editor Tomás Rey, quien debió llegar a algún acuerdo con Hetzel, el editor habitual y amigo de Verne. La convulsa situación política en Francia en esos años pudo haber sido la razón de que la primera edición de esta obra fuese española y no francesa.

Así que Madrid también tiene su propio hueco en el universo verniano. Y, desde la pasada semana, acoge una gran exposición que demuestra que el tirón del escritor de Nantes sigue vigente 110 años después de su muerte.