Un lince en O Suído

VIGO CIUDAD

Una investigación descubre que el boreal, dos veces más grande que el ibérico, habitaba los montes de Galicia hasta comienzos del siglo XX

28 sep 2015 . Actualizado a las 09:40 h.

El lince ibérico (lynx pardinus) es la enseña de Doñana. También es uno de los felinos más amenazados del mundo. Actualmente, apenas quedan algunas parejas en el parque nacional andaluz, en Sierra Morena y en La Mancha, donde ha sido reintroducido. Pero, hace poco más de tres décadas, en 1980, su presencia alcanzaba hacia el Norte hasta Zamora. Sin embargo, en Galicia era un animal extraño. Pero un equipo de científicos acaba de descubrir que en los montes gallegos había linces hasta fecha reciente. Pero no el ibérico, sino su «primo» mayor, el lince boreal (lynx lynx), con el doble de peso. Así que, hasta comienzos del siglo XX, podías pasear por la sierra de O Suído y encontrarte un bicho con la apariencia de un tigre, un metro y treinta centímetros de largo, 75 centímetros de altura y treinta kilos de peso. Y con unas garras capaces de matar a un ser humano de un zarpazo. Un susto importante, sin ninguna duda.

Hasta ahora, se creía que el lince boreal no había cruzado nunca los Pirineos. Se atribuía al ibérico el nombre popular gallego del «lobo cerval», protagonista de auténticas carnicerías, también en los rebaños de ovejas. Pero un grupo de zoólogos y paleontólogos españoles, basándose en documentos históricos y en algunos restos paleontológicos, defendían que el lince boreal habitaba el norte de España hasta hace poco. Esta hipótesis se acaba de confirmar con el análisis de ADN antiguo de restos fósiles hallados en el norte de España junto con dataciones directas por carbono-14 que demuestran ahora que el lince boreal habitó la cornisa cantábrica desde principios del Holoceno (hace más de 11.000 años) hasta hace solo unos siglos. El estudio, que se publica en Journal of Zoology, revela que el lince euroasiático también campaba por los montes de Galicia. Y que te lo podías encontrar por las altas sierras próximas a Vigo.

Menciones al «lobo cerval» hay muchas en la historia de Galicia. La más antigua está datada en 1760, cuando se describe su presencia en Verín. Pero, en 1863, el prestigioso naturalista Víctor López Seoane lo encuentra distribuido por la provincia de Pontevedra, con anotaciones en Lalín y en los montes entre Pontevedra y Vigo. Hay menciones de estudiosos tanto en la sierra de O Courel como en Vilalba. Y, desde luego, abundan las citas en la vecina sierra do Xurés.

Presencia ligada al conejo

Así que este enorme depredador campaba a sus anchas por los montes gallegos hasta fecha reciente. Del lince ibérico, siempre se ha dicho que no llegó a asentarse por completo en Galicia porque su presencia estaba muy ligada al conejo. Y que, hasta las tierras de León y de Castilla encontraba mejor suministro de su principal presa. Ahora, la confirmación de que había lince boreal cambia las cosas. Se trata de un depredador el doble de grande y con un catálogo de presas mucho más amplio.

Para encontrar el momento en que ambos linajes del lince se separan hay que retroceder 1,18 millones de años. Fue entonces cuando la especie de lince boreal divergió del lince ibérico y desde ese momento desarrollaron una clara diferenciación genética y ecológica. En la Edad Media, el boreal se extinguió en Reino Unido y durante los siglos siguientes el tamaño de sus poblaciones empezó a disminuir en las tierras bajas europeas.

En los últimos 200 años esta reducción se ha intensificado, dando lugar a extinciones locales frecuentes a principios del siglo XX. Es probable que Galicia sea uno de estos territorios. En ese momento, el felino desapareció de la mayor parte del sur, oeste y centro de Europa debido a la deforestación, la presión directa, la competición y la disminución de su principal presa, el corzo, mucho más grande que la de su «primo» ibérico, más de conejo.

Sin embargo, aún podemos ver linces boreales en la Europa occidental. Las diversas estrategias de conservación desarrolladas ?sobre todo a partir de los años 70 con programas de reintroducción en los Alpes y otros sistemas montañosos? han permitido frenar estas extinciones locales.

Lo cierto, sin embargo, es que no hace mucho el lince boreal aún campaba por las sierras de Galicia.

En el entorno de Vigo, en los montes de O Suído, los vigueses de antaño podían encontrarse al lobo cerval, un bicho con apariencia temible y al que los paisanos apodaban también «O Tigre».

eduardorolland@hotmail.com