Caen un 17,8 % las demandas para reclamar por deudas, cheques sin fondos, despidos, salarios atrasados o preferentes, aunque suben las presentadas contra los inquilinos morosos
27 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los juzgados de Vigo empiezan a alejarse del duro escenario de la crisis, especialmente cuando del 2008 al 2010 una avalancha de pleitos inundó los tribunales. En los últimos doce meses, los jueces de civil y lo social han tenido que estudiar 1.912 litigios menos en los que se dirimen deudas o despidos. En conjunto, han pasado de 10.724 casos a 8.812, lo que supone un descenso del 17,8 %.
Tras estallar la burbuja del ladrillo, los juzgados de civil llegaron a tramitar 21.000 asuntos al año. Ahora, difícilmente llegarán a 15.000. De estos, solo 6.532 están directamente relacionados con problemas económicos, tanto de empresas como particulares, frente a los 7.811 de hace un año.
Queda atrás aquel trienio negro, entre el 2008 y 2010, en el que llegó a haber 600 litigios al año por cheques sin fondos. Los constructores no podían pagar a sus proveedores ni estos a otros, por lo que todos quebraban en cadena. En lo que va de año, no pasan de 38 juicios de este tipo. Y los concursos de acreedores cayeron a la cuarta parte, y en 9 meses no llegan a la veintena.
Lo mismo ocurre con los juicios monitorios para reclamar deudas de consumo. Aquí se incluyen las reclamaciones de las operadores por facturas de teléfono sin pagar como el hipermercado que quiere cobrar por los plazos de una lavadora. En el 2009, hubo 6.961 litigios de este tipo mientras que en lo que va del presente ejercicio se han registrado 3.833. Son 500 menos que hace un año. Parte del frenazo en civil cabe atribuirlo a la implantación de las tasas judiciales en el 2011, luego suprimidas para el ciudadano de a pie.
Hay más ejemplos de que los pleitos de la crisis tocan fondo. Las 926 demandas promovidas por los preferentistas se han quedado reducidas a 186 en apenas un año. Son tan pocos casos que el juzgado creado especialmente para el tema cerrará sus puertas a final de año o principios del 2016.
El cambio también ha sido drástico en materia de trabajo. En el 2009 llegó a haber casi 7.000 demandas laborales mientras que este año van 3.760, de las que solo 2.280 tienen relación directa con la crisis. Otra prueba son las demandas contra despidos objetivos, en los que la empresa invoca dificultades económicas. De 445 se pasó a 332.
Aún así, algunos tipos de litigios de la crisis han subido este año. Por ejemplo, las demandas arrendaticias presentadas por caseros para expulsar a inquilinos morosos o las reclamaciones por denegación de justicia gratuita.