El fiscal de Tráfico cree que suben los accidentes por el fin de la crisis

e.v.pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La siniestralidad con víctimas repunta en Vigo tras un lustro de descenso

27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El fiscal especial de Tráfico de Vigo y Galicia, Carlos Gil, confirmó ayer que, por las informaciones que le están llegando, hay un repunte de los accidentes viales en general. Lo cierto es que el pasado julio se cerró con 13 muertos de tráfico más en España que hace un año. El fin de la crisis puede haber animado a algunos conductores a volver a usar su coche más tiempo que en los años de carestía. De ahí que, al haber una mayor circulación de vehículos, hayan aumentado las probabilidades de que ocurran más siniestros viarios. En todo caso, el fiscal también destaca el gran aumento de los controles de Tráfico para mejorar la seguridad vial.

Este fenómeno de repunte de accidentes tras un período de crisis no es nuevo. Prestigiosos economistas han revelado recientemente que durante la crisis económica de 1929, que hundió al mundo en una Gran Depresión que duró 8 años, se redujeron significativamente los accidentes de tráfico en Estados Unidos porque la falta de actividad vació las carreteras. El fiscal de Tráfico sospecha que algo parecido ha ocurrido tras la recesión del 2008, momento en que muchos ciudadanos en dificultades económicas dejaron de usar su coche, ya sea porque sus negocios redujeron la actividad o porque tuvieron que ahorrar en gasolina. Para la Fiscalía, ahora que la economía está un poco mejor, la gente vuelve a coger el coche.

Las estadísticas de la Dirección General de Tráfico prueban que hubo un descenso continuado de accidentes con víctimas en las vías urbanas de Vigo desde que empezó la crisis del 2008. Ese año, hubo 146 accidentes de tráfico con víctimas en vías urbanas que fueron contabilizados por Tráfico. La cifra subió un poco más hasta el 2010, con 155 casos, y desde entonces los casos se desplomaron hasta los 106 atestados en el 2011 o los 107 del 2013. El número de fallecidos y heridos hospitalizados por accidentes en vías urbanas, contabilizados por Tráfico, pasó de 50 en el 2008 a 25 en el 2013. Hubo la mitad de muertes en solo 5 años.

Los datos de pleitos por accidentes de tráfico en Vigo revelan una evolución similar. Por ejemplo, entre el 1 de enero y el 21 de agosto del 2014 hubo 611 pleitos por reclamaciones de lesionados por accidentes con imprudencia en los juzgados civiles y en el 2015 han subido a 614.

En el 2001 hubo 1.735 pleitos de este tipo en todo el ejercicio en Vigo, en el 2007, se alcanzaron los 1.142. En el 2013 no pasaban de 897 y en el 2014 volvieron a repuntar hasta los 948 juicios.

Los datos de la DGT para la provincia de Pontevedra también describen la caída de siniestros. De 260 accidentes con víctimas en vías urbanas en el 2008 se pasó a 233 en el 2013, siendo el 2011 el año más tranquilo, con solo 182 casos. Respecto al número de fallecidos y heridos hospitalizados, en la provincia de Pontevedra se pasó de 104 en el 2008 a 78 en el 2013.

Dos años después, los expertos de Tráfico empiezan a hablar de un repunte de accidentes tras un lustro de continuos descensos. Las primeras estadísticas del 2015 que ha facilitado la Dirección General de Tráfico (DGT) revela que los accidentes con fallecidos se han incrementado este año. Entre enero y julio hubo 550 accidentes mortales en España frente a los 542 del mismo período del año anterior. A fecha de 25 de agosto, había 620, uno más que el año pasado. Esto supone una ruptura con una tendencia de descenso de fallecidos desde hace un lustro.

En Galicia, la DGT registró 52 accidentes mortales en el 2014 y 2015, entre el 1 de enero y el 25 de agosto.

Los abogados temen que la nueva ley desanime a los lesionados por imprudencia a reclamar al juez

Abogados vigueses consultados en Vigo temen que los lesionados por conductores imprudentes renuncien a reclamar en los juzgados civiles porque no les sale rentable. Antes de la reforma legal que entró en vigor el pasado julio, un accidentado que sufriese lesiones leves en las cervicales iba por la vía penal y denunciaba al otro conductor por una falta. Era un chollo porque todo el proceso le salía gratis, incluido el informe del forense y, además, se ahorraba los gastos del procurador.

En lo que va de año, 211 conductores pidieron la ejecución de los autos de cuantía máxima que fijó el juez de instrucción para fijar la indemnización exacta que debían cobrar.

Con la reforma, estas faltas quedan despenalizadas y muchos conductores, con un simple esguince cervical, se pensarán dos veces reclamar por la vía civil. Los letrados explican que, si la reclamación es mayor de 2.000 euros, las víctimas tendrían que contratar a un procurador y pagar a un perito para que le haga un informe de las lesiones. «Si el pleito te va a costar 3.000 euros ya no te compensa, va a ser lo comido por lo servido. Mucha gente va a desistir porque no va a sacar ningún dinero», explicó ayer una abogada.

La otra consecuencia es que a los mil pleitos de tráfico que se tramitan anualmente por lo civil se sumarán otros 300 o 400 faltas por imprudencia que llegarán rebotadas de la vía penal, lo que supondrá un aumento del trabajo de los tribunales de lo civil, ya bastante sobrecargados.

«Los conductores ebrios podrían seguir conduciendo si su coche lleva un alcoholímetro»

La nueva reforma legal ha despenalizado la conducta de los conductores imprudentes que causan lesiones leves, las llamadas faltas por choques por alcance. «Cuando las lesiones por imprudencia no son de extrema gravedad, tendrían que ir por la vía civil», explica el fiscal. En los juzgados civiles, el perjudicado les reclamaría dinero pero no una privación de libertad. Solo si la víctima ha perdido un miembro o un sentido, iría por lo penal.

En el caso de los conductores ebrios, continuarán castigados por la vía penal. El fiscal Carlos Gil ve una posibilidad de que «los conductores ebrios podrían seguir conduciendo si llevan a bordo de su coche un alcoholímetro automático que detecta por el aliento si la persona que se pone al volante ha bebido. En caso de dar positivo, el coche no arranca». Se trata del sistema sensor llamado DADSS (Sistema de Detección de Alcohol del Conductor para su Seguridad). «Se prevé que esto sea una realidad dentro de un tiempo pero el problema es que los aparatos actuales cuestan 3.000 euros o más y pocos conductores lo van a colocar. En los coches, de momento no lo fabrican de serie», añade Gil.

El fiscal especial de Tráfico cree que las cosas han mejorado en los últimos años porque ahora hay más controles de drogas porque los aparatos detectores se han abaratado y casi todas las policías cuentan con estos equipos.