Parroquias costeras como Alcabre y San Miguel de Oia registran menos fallecimientos, frente a otras del interior como Zamáns o Beade
17 jul 2015 . Actualizado a las 04:00 h.Vigo puede presumir de ser la ciudad de la comunidad autónoma con la tasa de mortalidad más baja, casi un punto por debajo de la media de la media gallega, según datos del Instituto Galego de Estadística. El número de defunciones anuales por cada mil habitantes es de 10,2, frente a Santiago o Ferrol, donde se sitúa en 11,6, la cifra más elevada.
Por sexos, de nuevo las mujeres viguesas vuelven a encabezar la lista de menor mortalidad de las siete grandes ciudades gallegas al registrarse solo 9,5 por cada mil habitantes. No sucede igual con los hombres, en cuyo caso Vigo ya se sitúa en tercer lugar por debajo de Ourense, que es donde menos fallecen y también de A Coruña y Pontevedra, situadas ambas en el segundo puesto. La población masculina con mayor mortandad es la de Ferrol.
Las parroquias viguesas con las que más se ceba la guadaña son, en general, las del interior. Es el caso de Zamáns, Beade, Bembrive o Cabral frente a otras de la franja costera, en las que el índice es inferior, como sucede en San Miguel de Oia, Coruxo y Alcabre. En el centro la situación varía con mucha facilidad de unas zonas a otras.
En Galicia, la tasa media es de 11 defunciones por cada millar de habitantes.
Los datos anteriores favorables a la ciudad no son de extrañar si se tiene en cuenta que la edad media de la población viguesa es la segunda más baja de las grandes ciudades, tras Pontevedra. Una vez más se sitúa por debajo de la media gallega, de casi 46 años, frente a los 44 de Vigo. Ferrol encabeza la lista al contar con la población más envejecida.
Las edad media de las mujeres de la ciudad es de 45,7 años, mientras que la de los hombres se queda en 42,1. Pese a los mejores resultados de Vigo que el resto de las grandes ciudades gallegas, sin embargo, la estructura poblacional es bastante envejecida, como, en general, la de toda la comunidad autónoma, al superar los 40 años. Otro dato significativo es que ocho de cada diez personas que residen en Vigo son mayores de 64 años, mientras que menores de 20 solo suponen el 17,3 %.
Dentro del panorama demográfico gallego, el de Vigo, por tanto, no es el más preocupante en lo que se refiere al envejecimiento de la población. Sí lo es el hecho de que pierda vecinos y de que cada vez se aleje más de los 300.000 habitantes y de las ventajas económicas que supondría. Los datos del IGE cifran la población en 294.997, mientras que el Concello calcula 298.174.
Seis de cada diez personas residentes en la ciudad ya han nacido en ella
Cada vez son más los vigueses de nacimiento y menos los de adopción, como demuestran los datos del Instituto Galego de Estadística. El 59,3 % de los residentes ya nacieron en la ciudad, una cifra superior a la media de la comunidad autónoma, teniendo en cuenta que el 56,3 % de la población gallega reside en el mismo concello en el que nació. Un 30,5 % lo hace en otro municipio y provincia distinto y el 13,2 % es originario de otra comunidad autónoma o del extranjero.
En el polo opuesto se encuentran Ourense y A Coruña, con un 46,6 % y 48,1 % respectivamente.
En lo que se refiere a la población extranjera residente en la ciudad supone el 4,9 %, lo que la sitúa por encima de la media gallega fijada en el 3,6 % y en el segundo puesto de las grandes ciudades a continuación de Lugo. Eso, pese a la pérdida de numerosos inmigrantes en los últimos tres años como consecuencia de la crisis económica, que les azotó especialmente.