«En este espectáculo todo el que actúa tiene que flotar»

Begoña Rodríguez Sotelino
Begoña R. Sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

CEDIDA

La compañía asturiana La Xata La Rifa estrena hoy en la Mostra de Cangas un show itinerante en el que sortean una vaca

09 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Mostra de Teatro Cómico e Festivo de Cangas ofrece hoy a las 21.00 horas un estreno cuando menos original, ya que se sucederá sobre un escenario flotante que se balanceará ante el público delante de las antiguas naves de Ojea, siguiendo la línea del Paseo Marítimo hacia la playa de Rodeira.

La compañía asturiana La Xata La Rifa es la ejecutante del espectáculo bautizado como La ola flotante. La bailarina Mónica Cofiño, autora y directora del show, cuenta sobre este espectáculo de música y danza con decorado en el mar, que no han sido pocos los avatares que ha atravesado el equipo para dar forma a un evento de gran complejidad técnica.

«Es una pieza adaptable que tras presentar aquí viajará por paisajes acuáticos de ciudades y pueblos del Cantábrico este verano, para rematar el 11 de octubre en su lugar de origen: Llanes». Allí tendrá lugar el sorteo de una vaca, que como explica, no es en absoluto una tómbola metafórica. «Qué va. La Xata funciona de una forma colaborativa también a la hora de financiarnos, por eso, a la campaña de crowdfunding que hicimos añadimos el sorteo de una vaca en homenaje a la tradición popular de muchos pueblos de Asturias, en los que durante las fiestas se sorteaba una vaca, así que vendemos papeletas para la autogestión escénica».  

La representación se articula de  forma independiente para cada lugar o actuación. En el caso de su debut en la Mostra de Cangas, por ejemplo, cuentan con la colaboración de un coro de la villa, un chelista y un pianista. «En realidad trabajamos como una especie de laboratorio escénico. Es una improvisación de sistemas artísticos, una manera de albergar músicas y danzas diferentes en un escenario cuya metáfora es que muta continuamente con el medio, así, cada una tiene su propia vida, son únicas», indica la autora, que desarrollará una coreografía sobre las aguas atlánticas en un círculo central fabricado con madera. «Somos una especie de plataforma de artistas flotantes. De hecho todo el que actúa aquí, tiene que flotar a través de algún medio que se lo permita», añade. 

Mónica Cofiño, que se formó en  el Conservatorio Profesional de Danza de Madrid y completó sus estudios en el Centro Coreográfico de León y en el Institut del Teatre de Barcelona, es una apasionada del movimiento. «Yo crecí a orillas del mar y encuentro en las olas toda la vitalidad para llevar a cabo este trabajo. Además, como científica de la danza, es una emoción inmensa haber generado mi propio escenario para investigar de qué manera el movimiento de las olas ha de repercutir en mi devenir bailando», manifiesta la artista, que ha trabajado en diferentes campos del arte y la escena contemporánea y la sido cofundadora del colectivo Bailarinas Parabólicas y el proyecto Pecera Elástica.