¿Son legales las voladuras de Samil?

Antón Lois AMIGOS DA TERRA TIERRA@VIGO.ORG

VIGO CIUDAD

Esta semana tuvo que ser desalojado buena parte del mayor arenal de Vigo por una explosión.
Esta semana tuvo que ser desalojado buena parte del mayor arenal de Vigo por una explosión. m. moralejo< / span>

La explosión de rocas debido a las obras del emisario de la estación depuradora carece de medidas correctoras

22 jun 2015 . Actualizado a las 19:33 h.

Chequeo al medio ambiente detonaciones submarinas en la playa

Y, de pronto, tenemos voladuras submarinas en Samil para instalar el colector. La gran pregunta sigue sin respuesta: si tan perfecta será la nueva depuradora (de lo mejorcito del mundo mundial, alcalde dixit), ¿por qué gastar decenas de millones en un kilométrico colector que vierta lo más lejos posible esas aguas cristalinas? ¿Por qué no instalar en el mismo Samil, a la vista de todo el mundo, ese manantial que será la envidia del orbe? Incluso, ¿por qué no derivar un tubito y poner una fuente para que la ciudadanía pueda comprobar y probar?

Nos preguntamos si el asunto de la voladura tenía sus preceptivos estudios de impacto ambiental o fue como aquel relleno de la playa de A Punta, pero sabemos que este tipo de preguntas son incómodas. Vaya, que son malas preguntas. Solamente transcribir el encabezamiento de las normativas ambientales que regulan estas explosiones submarinas ocuparía tres páginas, y eso sin entrar en detalles. Las detonaciones submarinas destrozan todo lo que vive en un radio de 500 metros a su alrededor, como pescar con dinamita, y alteran sensiblemente a la fauna y flora bentónica, la batimetría, la dinámica litoral y un largo, etc. Las medidas correctoras, como las cortinas de burbujas, ni estaban ni se esperaban en la voladura de Samil. Indagaremos al respecto, pero nos arriesgamos a apostar que dicha voladura no hay por donde cogerla legalmente, a menos que, a modo de hipótesis de trabajo, «alguien» metiera la pata y la cota de perforación de la cabecera del colector se excavase a mayor profundidad de la prevista, encontrándose de pronto que para seguir descendiendo el nivel de caudal aparecían rocas por medio.

No hay problema, estas pifias las pagamos todos. También conocimos esta semana que Samil opta al premio de la playa más accesible de España, y tenemos pocas dudas de que lo conseguirá. Según el diagnóstico de los científicos, en poco tiempo será una playa en la que podremos darnos un baño sin bajarnos del coche y nuestros amigos Pocholo y Borjamari podrán pescar desde la terracita del Jonathan, ahora denominado Beach club, que mola más, al menos hasta que el mar se lo lleve por delante, pero Samil es, dicen un ejemplo desde que el solar de As Dornas es un pastizal. Un prado de césped con palmeritas es justamente lo antagónico al ecosistema litoral del atlántico noroeste, pero tanto el alcalde como Carmela Silva ponen ese jardín como ejemplo de regeneración ecológica y lo comparan, de paso atribuyéndose un mérito ajeno, con las dunas de O Vao. Tampoco hace falta ser un especialista para comparar ambos espacios y ver que no es lo mismo, en absoluto, pero Caballero y Silva saben más que los expertos y ya casi es costumbre en el gobierno local que sobre cuestiones ambientales opine todo el mundo excepto la teórica responsable del área, y casi mejor así.

En el fondo todo tiene su contexto, y dicho contexto tiene que ver con el modelo de litoral que queremos, y a su vez dicho modelo, por aquello de las competencias repartidas, debe ser necesariamente consensuado. Promete el alcalde estos días, para variar, ser dialogante con el resto de administraciones. En este caso lo tendrá muy fácil pues gobierno local, Xunta y Gobierno central comparten el criterio fundamental: ese es su modelo de litoral. Coinciden los tres también en hacer caso omiso de las recomendaciones científicas que unánimemente defienden justamente todo lo contrario. El Partido Socialista no comparte ese modelo urbanita del litoral; de hecho recurrió en el Tribunal Constitucional la nueva ley de costas, pero ya sabemos que en Vigo el PSOE hace ciertas excepciones con sus normas.

En cualquier caso mostramos a los turistas las Cíes como reclamo, pero en el continente municipal hacemos todo lo contrario. ¿Y por qué no presentar la candidatura de Samil como Patrimonio de la Humanidad? Quizás parezca una exageración, pero Benidorm está en ello y aquí, en definitiva, estamos apostando exactamente por ese modelo.