¿Será posible?

VIGO CIUDAD

14 jun 2015 . Actualizado a las 12:34 h.

Pues ya está. Con el pleno de investidura se abrió ayer un nuevo tiempo político en Vigo. Ahora toca dejar atrás los discursos y ponerse a trabajar. El PSOE dispone de una impresionante mayoría absoluta para gobernar y habrá que observar cómo la administra.

Sostiene Abel Caballero que los que deben cambiar son los otros, los que han maltratado a la ciudad durante los últimos años, y viendo el resultado en las urnas cualquiera le daría la razón. Pero es muy probable que él también esté obligado a cambiar. El enfrentamiento constante con la Xunta de Galicia y con el Gobierno central, tras la recompensa electoral, puede tener los días contados. Acaso se murió la noche del 24-M por dos razones: porque dentro de cuatro años el alcalde tendrá que ofrecer los frutos de ese discurso de defensa a ultranza de Vigo que ha calado en buena parte de la ciudadanía y porque todo apunta a que en breve dispondrá de gobiernos amigos en Madrid y en Santiago. Y para entonces ya nada será igual.

En todo caso, es hora de dejar atrás las palabras y pasar a los hechos. O dicho de otra manera, toca olvidarse del pasado y encarar el futuro. Vigo necesita poner en marcha todo lo que se ha perdido durante estos años: una conexión directa del tren de alta velocidad con Madrid, buenas conexiones aeroportuarias, ir de la mano de la administración para hacer realidad los contratos del naval, liderar el Área Metropolitana, dotarse de una buena biblioteca estatal, nuevos juzgados, atraer grandes firmas multinacionales, más centros de salud... ¡Tantas cosas! Bienvenida sea la oferta de diálogo institucional para lograrlas. ¿Será posible?