«Trato de ayudar a que tener perro no sea un acto heroico»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Micaela de la Maza, en el bar Princesa la de la Plaza de la Constitución, que admite perros.
Micaela de la Maza, en el bar Princesa la de la Plaza de la Constitución, que admite perros. m. moralejo< / span>

La periodista visitó Vigo con su célebre can «Colega» para añadir a la guía negocios de la ciudad que admiten mascotas

05 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Señor Perro es a los propietarios de canes lo que Lonely Planet a los viajeros. Miles de personas lo consultan para que no les den en las narices con el cartel de Prohibido Perros. En España, tener mascota supone renunciar a ser bienvenido en cientos de lugares. Pero cada vez son más los que se pasan al bando perruno. Descubrir para el público dónde están esos sitios forma parte de la tarea de la periodista madrileña Micaela de la Maza, creadora de la web y la App gratuita que ha convertido s su mascota, Colega, en una celebridad a la que fotografía mientras posa elegante con su pajarita roja en negocios y espacios públicos en los que puede estar juntos.

-¿Cómo comenzó esta aventura que ha convertido en su trabajo?

-Soy periodista especializada en Internet. Trabajé muchos años gestionado webs para otros. Cuando estaba llevando la página de Vanity Fair, hace cuatro años, empecé a darle vueltas a todo lo que no existía en la Red sobre información perruna, que era disperso y poco fiable. Cada vez que tenía una reunión o un viaje tenía que buscar paseadores o canguros porque no sabía si lo podría llevar. Creí viable un proyecto para estructurar y organizar datos para poder moverse con una mascota en la ciudad.

-Empezó siendo un blog de servicios, ¿no?

-Sí. El proyecto fue mutando. De blog pasó a web. Pensaba que lo que más demandaba la gente era la parte más práctica: veterinarios, paseadores, etc. Pero resulta que lo que querían era lo que tiene que ver con el ocio. Yo en mi barrio sabía perfectamente a dónde podía ir con él a comprar en una tienda o a tomar unas tapas, pero en cuanto salía de ahí me tocaba sentarme con Colega en una terraza, aunque estuviese muerta de frío. Empecé en Madrid y poco a poco vamos viendo sitios por todo el país, pero me queda mucho por recorrer.

-De Internet también ha pasado al papel impreso...

-Sí, en el caso de Madrid y Barcelona hemos editado una guía con las cien mejores direcciones.

-¿Qué es lo primero que hace cuando llega a una ciudad nueva?

-Consultar la normativa municipal. A partir de ahí se puede actuar. Como ya me conocen, preguntando puedo hacer un poco de presión, no milagros. Mucha gente no sabe qué dicen las ordenanzas de su localidad al respecto y a veces las normas son confusas. En sitios donde se permite acceder con perro en el sector hostelero, como Vigo, muchos prefieren hacerse los suecos.

-Vigo ya está en la guía. ¿A qué se debe esta nueva visita?

-A que hay sitios nuevos. Ahora la gente ya se puede apuntar a la web y se anotaron unos cuantos que me apetecía visitar, como la taberna La Mina. Si voy con Colega y lo subo a la web se entiende como una recomendación personalizada. También he vuelto porque la primera vez me pareció una ciudad complicada para tener perro. Hasta está prohibido en la estación de tren. Te bajas del vagón y no puede pisar el suelo hasta llegar a la calle.

-¿Algo qué le ha sorprendido positivamente?

-El hecho de poder ir en barco a Moaña y a Cangas tuvo un éxito tremendo. A pesar de que Cangas es un ayuntamiento poco receptivo. Prohíbe ir con perro a las playas todo el año. Ahora, como ha habido elecciones, tengo que volver a consultarlo, a ver si se han relajado un poco. Los que se han posicionado a favor, como en O Grove, están ganando turistas, sobre todo extranjeros.

-«Sr. Perro» es una guía práctica, pero ¿cuál es su objetivo en el fondo?

-Fomentar la convivencia entre humanos y perros. Y descubrir planes divertidos. Cuando más fácil sea, menos abandonos habrá. España sigue siendo líder en abandonos en la UE. Por otra parte, fomentar la adopción desde la web me parece muy importante o dar pistas para poder irse de vacaciones sin tener que dejarle en una residencia canina.

-No solo habla de bares, ¿no?

-No, claro. Hay de todo. Parques, zonas de paseo, medios de transporte, tiendas, playas... hasta peluquerías o galerías de arte. Desde que tengo perro ya no voy a museos. Empecé a preguntar en galerías donde sí podía. Este tipo de cosas contribuye a que el animal esté menos tiempo solo y el dueño también está más feliz si puede estar con él. Todo esto contribuye a rebajar el nivel de estrés que sufren las personas con animales a su cargo en ciudad. Trato de ayudar a que tener perro no sea un acto heroico.

-¿Se lleva muchos disgustos?

-Sí. Cada vez que me dicen que no de malas maneras, pero me quedo con lo bueno. Todos los días conozco gente simpática y sitios donde nos admiten de manera inesperada. Se piensa que cada vez hay más buen rollo pero hay pasos atrás, como cuando El Corte Inglés prohibió la entrada en sus centros en Cataluña. La crisis ayudó a que en los negocios dijeran: quiero clientes, con perro, con caballo o con hurón. Y hay mucho emprendedor joven con una educación distinta.