Leonard, Bob, Lenny

VIGO CIUDAD

03 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ahora que podemos ir grupos de a cinco en las aceras y que los integrantes de las corales ya han votado lo que tenían que votar, por qué no retomar el lustre perdido. Habría que tratar de recuperar el tono en ámbitos donde hemos perdido cancha a la velocidad proporcional a la que los ñapas colocaban losetas no sin antes limarlas a gusto con la radial impregnando la calle de un polvillo que ríete tú de las pelusas que soltaban los chopos muertos en la batalla que ganaron los olivos pasados por un Llongueras de la jardinería amante del estilo zen.

El espíritu de gratuidad de los conciertos de Castrelos nos ha beneficiado durante lustros, ampliando nuestro barniz cultural, pero nos ha perjudicado en época de vacas flacas, porque a los programadores no les interesa organizar eventos donde el 80 % del aforo no pasa por la taquilla. Por otra parte las cajas de ahorros han dejado de invertir en cultura y han reducido drásticamente sus programas que acercaban al público a grandes estrellas a precios que ni el bar de la esquina cuando tiene concierto. Total, que ya sabemos lo que vale un peine y ahora lo que tenemos que pensar es si estamos dispuestos a pagar los espectáculos por lo que valen o solo nos ponemos estupendos y prestos a rascarnos el bolsillo a lo salvaje cuando se trata de partidos de fútbol o de noches de cenorras y copas hasta desfallecer. Si preferimos la primera opción, conviene que sepan los responsables de administrar nuestro dinero para estas cosas del ocio y las fiestas, que ya está bien y que para rellenos, el de Bouzas.

La gente ha hablado, sí. Algunos hasta han hablado en sueños, creyendo ver en Vigo a Leonard Cohen, a Bob Dylan, a Lenny Kravitz, a Patti Smith. No fue un sueño. No hace mucho tiempo, por aquí sonaban temas así. Y las agrupaciones cantoras estaban donde tenían que estar. Cada cosa en su lugar.

begona.sotelino@lavoz.es