El año pasado ganó el premio al mejor blog gastronómico Mexilóns e Tweets. «Los blogs gastronómicos son todos muy parecidos, las mismas recetas, las mismas bonitas fotos... y lo que valoraron fue mi punto de vista, que es la promoción local que hago. Al principio era muy fácil diferenciarse en este campo, pero hoy hay tanta oferta que es imposible», indica. «Mi labor ha ido en paralelo al desarrollo de Vigo en este sector, donde en los bares no más elaborado que te ofrecían eran unas aceitunas. Ahora hay más profesionalización», subraya.
La afición por comer y por cocinar le viene de familia. Sus padres se la llevaban con ellos a los locales tradicionales de la ciudad y su abuela, Chelo, la introdujo en los fogones a través de un libro de recetas que escribía en unas agendas atrasadas donde iba pegando fotos. Era el blog de antaño. Marta Valcarce heredó aquellos libros y la pasión por la cocina. «Trato de hacer una entrada semanal, pero yo no vivo de esto y a veces es complicado», admite.