Vigo saluda a los héroes de El Callao

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El recibimiento de la Almansa fue fotografiado, posiblemente, por Ramón Buch Buet.
El recibimiento de la Almansa fue fotografiado, posiblemente, por Ramón Buch Buet.

La llegada de la fragata «Almansa» fue festejada por la población viguesa

28 abr 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

Es 3 de abril de 1868. Una multitud de vigueses se agolpan en el muelle de piedra situado ante la batería de A Laxe. La bandera de Vigo ondea sobre un arco triunfal. Junto a los militares de la batería se sitúan muchos vigueses con sombrero de copa. Los cañones aún son avancarga. Pilas de granadas aguardan tras cada cañón. Frente a esta escena, fondeado a doscientos meses del muelle, está la fragata Almansa, rodeada por infinidad de pequeñas embarcaciones.

La escena quedó para la posteridad en la imagen que preside este reportaje. El autor de la imagen no está claro. En alguna ocasión se le atribuyó a Pacheco, pero es imposible porque aún tardaría diez años en nacer en Portugal. Muchas fotografías de Felipe Prósperi fuero relacionadas erróneamente a Pacheco porque este heredó el archivo del primero tras asociarse con su viuda. La autoría de Prósperi también es complicada porque se estableció en la ciudad en 1870. Gerardo González Martín, en una artículo publicado en la revista Glaucopis, indica que quizás podría haber sido realizada esta fotografía por Ramón Buch Buet, un hombre mucho más conocido por su labor pictórica. En aquella misma época trabajaban en Vigo los fotógrafos Buenaventura España Peñaranda y Manuel Ricaud.

El entusiasmo mostrado por los vigueses era debido a que la fragata Almansa era uno de los navíos que mandó el contralmirante Casto Méndez Núñez en el ataque contra el puerto de El Callao, en Perú, dentro de la Guerra Hispano-Sudamericana, que enfrentó a España con Chile, Perú, Bolivia y Ecuador debido a un incidente con una expedición científica. El combate que pasó a historia por generar distintas frases lapidarias, se produjo el 2 de mayo de 1866. Aunque todavía se discute acerca de quién ganó el combate, si los barcos españoles o las poderosas defensas peruanas, la actitud del contralmirante vigués fue motivo de grandes elogios en España.

La Almansa fue la primera embarcación que retornó a España. Entró en Vigo para pasar la pertinente cuarentena en San Simón antes de acudir a Ferrol para realizar las reparaciones oportunas. Su comandante era el ferrolano Victoriano Sánchez Barcáiztegui, que fallecería en combate durante la Tercera Guerra Carlista. A este marino se le atribuye una de las grandes frases que dejó el combate de El Callao. Tocado seriamente su navío y con peligro de estallar la santabárbara, lugar donde se acumula la munición, algún subordinado le recomendó inundar el pañol para evitar que se extendiese el fuego. «Hoy no es día de mojar la pólvora», es la frase que se le atribuye al capitán, que una vez apagado el fuego regresó al combate.

Tras el recibimiento en el muelle, dos sociedades de la ciudad, El Casino y La Tertulia, organizaron un baile para los oficiales, mientras que el Ayuntamiento de Vigo invitó a toda la marinería a una comida en la alameda.

No fue poco lo que gastó el municipio aquellos días. La sesión ordinaria del 7 de mayo de 1868 da cuenta del asunto. «Ascendiendo los gastos hechos con motivo de los festejos dedicados a la valiente dotación de la fragata Almansa durante su permanencia en este puerto a la cantidad de 1.267 escudos 250 milésimas, según cuentas justificadas que presenta el señor regidor síndico, y la suscripción obtenida del señor gobernador civil, individuos del ayuntamiento y vecinos a la de 857 escudos 400 milésimas, resultando un déficit de 409 escudos 850 milésimas, la corporación acuerda solicite de dicha superioridad la autorización competente para cubrirla de la partida de imprevistos, teniendo en cuenta el loable objeto con que fue invertida aquella suma», recoge el acta municipal que custodia el archivo municipal.

La cantidad gastada, 1.267 escudos con 250 milésimas, no es una cantidad pequeña para la época. Aquel mismo mes, la corporación aprobaba el presupuesto municipal para el ejercicio abril de 1868-abril de 1869, en la cantidad de 61.897 escudos y 661 milésimas.