Una asociación de lingüistas defienden que el topónimo Vigo tiene origen gaélico

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El nombre de la ciudad significaría bahía y se habría usado tras la caída de Roma

25 abr 2015 . Actualizado a las 11:43 h.

«Vigo es simplemente otra adaptación de la palabra gaélica Úig, que fue tomada como préstamo del nórdico antiguo, con el significado de bahía; proponemos una romanización del término de Ùig a Vigo, un proceso que vivió también Irlanda aunque en su caso hacia formas inglesas», explica Martín Fernández Maceiras, director del Proyecto Gaelaico.

Es una iniciativa privada que trata de establecer desde el punto de vista lingüístico relaciones entre Galicia, Irlanda, Escocia y la Isla de Man. En él trabajan desde hace ocho años un grupo de estudiosos gallegos de diversas disciplinas junto con James Durán, doctor en lingüística por la Universidad de Stanford y durante doce años profesor de lingüística gaélico-irlandesa en las universidades de Cork y Galway.

«No tenemos ninguna relación con otros investigadores porque no hay nadie que haya afrontado un proyecto de nuestras dimensiones. Directamente no hemos recibido críticas, aunque sí las hay, y muy duras, en algunos blog. Tenemos mejores relaciones con estudiosos de la cultura atlántica en otros países», sitúa Martín Fernández la irrupción de sus teorías en el escenario científico gallego.

Martín Fernández Maceiras opina que «seguramente se hablaba gaélico en Galicia antes de que llegaran los romanos y que muchos emigrarán hacia las islas cuando invadieron esta tierra». «Pensamos que, una vez caído el imperio romano, volvieron pero ya acompañados de contingentes nórdicos», añade el director del proyecto, que sitúa este momento en el contexto de la Britonia del norte de Galicia, donde se asentaron habitantes de las islas británicas en torno al siglo VI.

Esta teoría acepta para Vigo el nombre romano de Burbida, propuesto en su momento por el investigador Manuel Santos, rechazando que Vicus fuera el topónimo empleado durante la romanización. El Úig gaelico-nórdico llegaría siglos después. «Me parece curioso que jamás nadie pensara en el nombre de Vigo relacionado con la bahía porque es como no pensar en la redondez cuando se habla de la luna; creo que siempre se pensó en el latín porque los historiadores en algún momento prefirieron latinalizar su pasado», añade Martín Fernández Maceiras, quien advierte que próximamente publicarán nuevas conclusiones relacionadas con Cangas y Moaña.