La niña de los galgos crece con ellos

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Antía Álvarez suele salir a pasear con su perra por el barrio de Navia, en el que reside. Aunque los galgos necesitan correr, al suyo le gusta más dormir.
Antía Álvarez suele salir a pasear con su perra por el barrio de Navia, en el que reside. Aunque los galgos necesitan correr, al suyo le gusta más dormir. óscar vázquez< / span>

Antía Álvarez adoptó a los 14 años a su perra «Lena» y, a la misma edad, la joven estudiante viguesa comenzó su activismo animalista a través del blog Operación Huella

30 mar 2015 . Actualizado a las 19:21 h.

Antía Álvarez Martínez empezó siendo conocida como «la niña de los galgos». Hace cuatro años, cuando tenía solo 14, canalizó su amor por los animales y su activismo en el blog Operación Huella, aunque advierte que a ella le interesan los galgos, sí, pero también todos los perros y los animales en general.

A través de su bitácora, la joven viguesa ha organizado decenas de eventos para apoyar la labor de las diferentes protectoras de la provincia, concentraciones contra el uso de perros para la caza, quedadas para protestar contra el maltrato, mesas informativas sobre cómo adoptar, cómo acoger, cómo ayudar y otro tipo de actividades relacionadas con el amparo de animales indefensos, como mercadillos para recabar fondos para las asociaciones.

Al tiempo que brotaba su conciencia crítica, se hacía cargo de su primer perro. «Yo llevaba tiempo haciendo campaña con mis padres y al final les convencí. Ellos habían colaborado en sus tiempos con protectoras, así que todos estábamos de acuerdo en adoptar». Buscando, se encontró un día con una foto de Lena. «La vi de casualidad en un álbum en Facebook con varios perros que iban a sacrificar. Nos pusimos en contacto con la perrera y nos la asignaron tras una entrevista. Estaba en Albacete y era complicado hacérnosla llegar, pero como no consiguieron a nadie más que se quisiera quedar con ella al final nos la mandaron cuando surgió la oportunidad, un 22 de diciembre, el día de la lotería de Navidad. Viajó hasta Madrid, donde tengo familia, y de allí a Vigo», cuenta.

Como casi todas las historias de canes utilizados por los humanos para cazar por deporte, la de Lena tampoco es alegre. «Estuvo 6 meses abandonada en la calle, cerca de un hospital, con una herida abierta en la pata, pero no se dejaba coger», relata. Aquella lesión la dejó coja para siempre, pero no tardó en acostumbrarse a lo bueno. «Vino superdelgada, se le notaba cada hueso, tenía problemas de piel y estaba muy triste y miedosa, pero afortunadamente se adaptó rápido, porque otros tardan años», asegura. Y añade que «los galgos necesitan menos ejercicio de lo que la gente piensa, son muy vagos, duermen de media 16 horas al día y la mía más. Yo la suelto en la playa los fines de semana. Ahí sí le encanta correr». A Antía le gustaría tener más perros, pero por ahora, hasta que viva por su cuenta, no es posible, aunque sí ha tenido ya varios en acogida temporal. Con Operación Huella gestionaba eventos una vez al mes, pero actualmente lo tiene un poco parado, «El blog sigue activo y la página en Facebook también, y yo colaboro con lo que puedo, pero no tanto como antes», explica. El motivo: los estudios. «Ahora preparo selectividad para subir nota y empezar el año que viene la carrera de Educación Infantil en Pontevedra. Es lo que más me gusta», dice poco convencida. Y es que a continuación explica que «en realidad me gustaría trabajar con animales, pero en España lo único que hay con título oficial es veterinaria. Y no es exactamente lo que busco, porque pienso que lo pasaría muy mal», reconoce.