El falso policía acusado de abusar de una prostituta alega que pagó 40 euros

e.v.p. vigo / la voz

VIGO CIUDAD

Una de sus víctimas grabó con el móvil la conversación donde pactaba con dos simpapeles que le diesen sexo gratis a cambio de no denunciarlos a Extranjería

21 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de instrucción número 3 de Vigo mantuvo ayer la prisión provisional comunicada para C.C.R., un vigués de 30 años en paro que está imputado por hacerse pasar por policía para aprovecharse sexualmente de simpapeles brasileños, una prostituta y un gigoló que trabajaban en un piso de citas, a cambio de no detenerlos.

La jueza sostiene que el implicado efectuó dos agresiones sexuales y que obtuvo el consentimiento de «forma viciada» porque engañó a sus víctimas y les dijo que era un policía, lo que intimidó a la mujer y al hombre al creer que era verdad, «cuanto más tratándose de extranjeros en situación irregular en España». Estos accedieron a las pretensiones sexuales del implicado. La jueza considera que debe mantener en prisión al sospechoso porque ve riesgo de fuga ya que aunque tiene familia el arraigo no es suficiente pues está desestructurada por culpa del alcohol y las drogas y, además, él tiene medios para ser autosuficiente.

La jueza interrogó ayer en una vista preconstituida al implicado, que negó los hechos y dijo que todo era una «invención» de los denunciantes. Admitió que llevaba día y medio de juerga, que iba ebrio y que había ingerido medio gramo de cocaína o más. Fue al piso porque había estado un año antes y requería los servicios de una prostituta. Aseguró que pagó 40 euros por un servicio sexual aunque la meretriz le exigía 60 por 40 minutos, por lo que le dejó en prenda su número de teléfono y de DNI como garantía de que cumpliría. Alega que el otro hombre se le echó encima.

Las víctimas dieron una versión contraria. Relatan que el joven llegó al piso, les enseñó su DNI y dijo: «Soy policía y vengo a deteneros. Mis compañeros está abajo». Les pidió el contrato de alquiler y los pasaportes. Uno tenía el visado en regla, anotó su número de pasaporte encima del contrato de alquiler, y se pudo marchar. Esa prueba, pendiente de entregar, será la clave del caso.

Según las víctimas, el falso policía recomendó al legal que al bajar a la calle dijese a sus compañeros que él estaba «OK». Se quedó a solas con la prostituta y un gigoló y, supuestamente, pactaron tener sexo en trío a cambio de que él arreglaría sus papeles.

Una víctima tomó la precaución de grabar en un teléfono móvil las palabras del falso policía donde les ofrecía no detenerlos a cambio de favores sexiales. La mujer pretendía presentar la grabación de audio en la comisaría para probar un posible caso de corrupción policial. Los investigadores supieron quién era el sospechoso porque dio su número de DNI a la víctima.

La víctima y un «gigolo» grabaron con un móvil las intimidaciones