Los vigueses, convocados a declarar sus bienes para el Catastro de la Ensenada

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El castillo de O Castro era exactamente igual a mediados del siglo XVIII a como se ve en la foto.
El castillo de O Castro era exactamente igual a mediados del siglo XVIII a como se ve en la foto.

Una comisión de la villa y su jurisdicción contestó a un cuestionario tipo

12 sep 2018 . Actualizado a las 16:07 h.

Cincuenta y un vigueses fueron convocados el 22 de febrero de 1753 para responder a una serie de preguntas que deberían conformar el primer catastro unificado que se realizaba en la corona de España. Francisco Martín Pierra, Baltasar Rodríguez de Rivera, Jorge Theling, Manuel Joseph Méndez de Soto, Jacobo Francisco Colluvel y Juan de Silva fueron algunos de los elegidos que se reunieron en la casa consistorial viguesa.

La villa y la jurisdicción de Vigo estaba conformada en aquel momento por las parroquias de Santa Eulalia de Alcabre, Santa Marina de Cabral, San Cristobal de Candeán, Santa María de Castrelos, San Fausto de Chapela, San Andrés de Comesaña, Santo Tomé de Freixeiro, Santa Cristina de Lavadores, San Pedro de Matamá, San Paio de Navia, San Miguel de Oia, San Pedro de Sárdoma, San Salvador de Teis, San Vicente de Trasmañó, Santiago de Vigo y la villa de Vigo.

«A la segunda pregunta dijeron que son de señorío y pertenece su jurisdicción al ilustrísimo Arzobispo de Santiago que percibe de la expresada villa de Vigo por razón anual de 150 reales de vellón», recoge el texto antes de delimitar perfectamente cada una de las parroquias de la jurisdicción. En este aspecto, el catastro ofrece incluso una pequeña representación gráfica de cada una de las parroquias.

A Barxa o Teixugueiras son topónimos perfectamente reconocibles a través del documento, que curiosamente no nombra al río Lagares pero sí señala «la puente de la salina», en alusión a la junquera del río, que lo denomina de una forma similar a "da Foz".

Toda la riqueza agrícola es descrita en cada una de las parroquias que conforman la jurisdicción. En este sentido, se explica que la medida de tierra que se usa en la zona es el ferrado de centeno en sembradura, «que consta de 625 varas castellanas cuadradas respecto de 25 por lado». En la época en que se redacta el documento había en 342 viñas y 469 cavaduras de parra; 66 dehesas; 66 montes; 790 ferrados de «ensembrados»; 130 ferrados de sembrado de regadío; 556 de sembradura de secano; y 55 ferrados de «terrestales». «Afirman que las especies de fruto que se cogen en las referidas poblaciones se reducen a trigo, centeno, maíz, vino y castañas, y que sin embargo de que a voluntad de los labradores resiembran las tierras de otras especies y producen lino, linaza, menudo, cebada y feijoles y son refundidos en los declarados por mover de especial consideración ni aumentan el vallor dellas», señala el castatro.

A través de esta encuesta conocemos que Vigo se hallaba impuesto al diezmo religioso. Dos terceras partes de este diezmo iba destinado al cabildo de la catedral de Tui, que suponía un desembolso para la villa de 2.600 reales anualmente; una sexta parte, al prior de la colegiata de la villa; y la sexta parte a los racioneros de la colegiata, sumando ambas la cifra de 1.400 reales. Después también había diezmos sobre las parroquias. Por ejemplo, Santiago de Vigo se dividía entre el abad de la propia parroquia y el maestro escuela de la catedral de Tui. Otras feligresías, como San Miguel de Oia, también tenían que soportar la ración, que consistía en satisfacer un cuarto de su producción a la Iglesia.

El catastro de Ensenada indica que en la jurisdicción viguesa no había minas, ni salinas. Sí se indica que en Canadelo existía un molino perteneciente a un tal Juan Rodríguez. Sí se indica una fuerte implantación de la apicultura. En Oia se declaran ocho colmenas; en Castrelos, once; en Freixeiro, 9; en Sárdoma, 16; en Lavadores, 58; en Cabral, 97; en Candeán, 57; en Trasmañó, 54; en Chapela, 33; y en Teis, 47. No hay esquileo y el ganado más abundante está compuesto por bueyes, vacas, carneros y cerdos.

La localidad más poblada de la jurisdicción era Vigo con 668 vecinos. Este numero habría que multiplicarlo por cuatro para conocer el número de habitantes, ya que por vecino se entendía el cabeza de familia de un hogar. Las otras parroquias más pobladas eran Lavadores, Teis y Cabral. En este listado se enumeran las personas que tenían segundas residencias en el campo, como los marqueses de Valladares.

También se daba cuenta en esta marco encuesta el número de «pobres de solemnidad». Dentro de la villa de Vigo, es decir dentro de las murallas, se declaraban 37 pobres. Otras parroquias con un abundante número de pobres de solemnidad eran Oia, con 32; Lavadores, con 27 y Sárdoma, con 24.

Este catastro fue la primera radiografía social y económica de Vigo.