En Vigo aún se pueden observar 150 especies de aves

Antón lois AMIGOS DA TERRA VIGO@TIERRA.ORG

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

La mayor o menor presencia de pájaros urbanos es un indicador de sostenibilidad y calidad de vida

01 feb 2015 . Actualizado a las 19:41 h.

Hoy podemos afirmar categóricamente que en Vigo hay mucho pájaro suelto, incluso podemos documentarlo sin discriminar entre pájaros, pajaritos y pajarracos. Pero entiéndase que nos referimos a las aves desde un punto de vista ortodoxo, con sus plumas, sus vuelos, sus nidos y todo eso. Vaya, lo que vienen siendo las aves de toda la vida, sin extrapolar a otros ámbitos.

El asunto comenzó el pasado fin de semana. La Sociedad Española de Ornitología organizó la primera edición del «pajareo urbano», que como su nombre indica consistía en asomarse a la ventana, o a la calle, y ver cuántas especies de aves se podían identificar en el entorno de las ciudades y contarlo en las redes sociales habilitadas al efecto. Es una iniciativa bonita porque persigue que esas aves, que por ser comunes y por su cercanía nos pasan desapercibidas, tengan su protagonismo y su importancia.

Así pues, una vez habilitada la infraestructura pertinente para la observación de aves urbanas (mañana soleada en la alameda de Bouzas, terracita, caña y pincho de tortilla) un grupo de amigos, entre los que no se encontraba ningún ornitólogo, nos dispusimos a documentar el pajarerío. Tardamos poco en observar las eternas gaviotas, palomas, gorriones, mirlos y lavandeiras. Una cosa lleva a otra y claro, se me ocurrió preguntar a los amigos cuántas especies de aves pensaban que podrían vivir en Vigo. Sin mucha dificultad, salieron un par de docenas de especies posibles. Parecían pocas y doblamos la apuesta. Al final casi nadie pensaba que en nuestra ciudad pudieran vivir más de cincuenta especies de aves, pero me seguían pareciendo pocas, y nuevamente doblamos la apuesta. ¿Más de cien especies de aves en Vigo?... Absolutamente imposible.

 

 

Representación

 

 

Animados por la discusión, se me ocurrió plantear la inocente pregunta, vía mensajes, a mis amigos ornitólogos sin sospechar que se trataba de una mala idea. La cosa se convertiría en un desmadre, pues inmediatamente y nunca mejor dicho, se lio la pajarraca. El asunto no es tan sencillo, me decían, porque hay mucho que precisar. ¿Nos referimos a especies residentes o incluimos estivales, invernantes y divagantes? ¿Autóctonas, migratorias, añadiendo especies exóticas introducidas? ¿Ordenas por orden, grupo, género, familia especie y subespecie? Respondí inocentemente que todas las especies en general, así, a ojo. Era una mala respuesta. La cosa se lió aún más si cabe y ya circulaban mensajes con palabros tipo anátida, accipítrida, psítácida, columbiforme, falconiforme, párido, limícola, paseriforme, pelágica, etc.

La decisión sensata consistió en apagar el móvil y finalmente, solo una semana después, mis amigos pajaritólogos consiguieron llegar a un cierto consenso y apareció el número final: en Vigo existen a lo largo del año, más o menos, 150 especies diferentes de aves. No es mala representación, teniendo en cuenta que en toda Galicia contamos con poco más de 400 especies de las 9.000 mundiales.

Todo tiene su explicación, y esta sorprendente abundancia de especies tiene que ver con nuestro entorno privilegiado, en el que se mezclan parques urbanos, entornos forestales y zonas de cultivo, tierra y mar, humedales etc. No solo es bonito, que también, sino importante a efectos prácticos. La mayor o menor presencia de aves urbanas es uno de los indicadores de sostenibilidad y calidad de vida. La noticia regular es que apenas hace unos cincuenta años en Vigo superaríamos las doscientas especies de aves distintas. Una ciudad que gradualmente se hace inhabitable para las aves es, directamente, proporcionalmente inhabitable para las personas. Pero aún así, pues eso: en Vigo AVE ni uno, pero aves muchas. Cosa que económica y ecológicamente resulta más saludable.