La Cámara pide aportaciones voluntarias para sobrevivir

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El presidente explica en una carta a los socios que el nuevo marco normativo «nos obliga a reinventarnos» a la hora de buscar ingresos

11 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La supresión de las cuotas obligatorias en enero del 2011 supuso un duro revés para las cámaras de comercio, que vieron reducir de forma drástica sus ingresos y, como resultado de ello, servicios y plantilla. Entre las gallegas, la de Vigo es una de las que mejor ha aguantado el tipo, aunque basta echar un vistazo a su presupuesto para comprobar lo mucho que ha tenido que apretarse el cinturón.

Así, de los 2,9 millones de euros de ingresos que contabilizó en el 2011, de los que 1,46 correspondían a las cuotas, pasó a 1,4 millones en 2013 -la memoria del 2014 aún no está elaborada-, de los que solo 155.399 son recursos permanentes. Fruto de la crisis, también han bajado en unos 200.000 euros los ingresos denominados no permanentes, que fundamentalmente se corresponden con subvenciones públicas. En definitiva, lleva un tiempo formándose la tormenta perfecta.

Hasta el momento, dicha tormenta se ha llevado por delante una decena de empleos temporales y poco más, en buena medida debido a una gestión que primó el ahorro en tiempos de superávit. El ajuste de plantilla incluyó la propuesta de bajas incentivadas.

Pero ha llegado el momento en el que ya queda poco de dónde tirar. Es lo que se desprende de la carta que el presidente de la entidad, José García Costas, ha hecho llegar a los empresarios a través de la web del órgano cameral, en la que señala que «el nuevo marco normativo nos obliga a reinventarnos, buscando nuevos ingresos que nos permitan dar continuidad a nuestros servicios».

En función de la facturación

El camino que propone para poder cumplir ese deseo es que las empresas realicen «aportaciones voluntarias para su sostenimiento» que, en función de la facturación media de cada una de ellas -se tomarán como referencia los tres últimos ejercicios cerrados-, irán desde los 75 a los 4.000 euros. La cifra más baja está pensada para sociedades que facturen menos de 250.000 euros, en tanto la más alta la abonarían las que facturen más de diez millones. El formulario que se acompaña a la carta incluye tramos de cuota intermedios.

Recuerda José García Costas que en su más de 125 años de vida, la Cámara viguesa «ha atravesado todo tipo de vicisitudes, siempre al servicio de las empresas de Vigo y su demarcación territorial, actuando en defensa de sus intereses en cualquier ámbito que haya sido necesario».

En este tiempo, argumenta, la «Cámara ha probado ser un instrumento inexcusable» que, añade, quiere seguir siendo «la voz de las empresas de Vigo y su área», ya que el ámbito de la entidad incluye los municipios de Baiona, Gondomar, Nigrán, Mondariz, Mondariz Balneario, As Neves, Ponteareas y Salvaterra.

Algunas de las ventajas que tendrá para los empresarios responder afirmativamente a la propuesta del presidente será el acceso gratuito a foros, encuentros, seminarios..., así como a descuentos de hasta el 50 % tanto en los servicios que presta la Cámara como en el uso de sus instalaciones.

Gastos fijos

Los gastos anuales fijos de la entidad rondan los 900.000 euros, entre los que destaca el capítulo de personal con 650.000. Asistencias técnicas y formación, con 380.000 y 204.000 euros en el 2013 son los epígrafes variables más destacados. El citado año fue el primero con números rojos: 168.158 euros. En el 2011, el último que en el que las cuotas fueron obligatorias, el superávit alcanzó los 492.586 euros. En el 2012 ya quedó en solo 39.086.