La constructora del Auditorio exige compensaciones millonarias

e.v.pita VIGO / LA VOZ

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Pazo de Congresos SL alega en el juicio contra el Concello de Vigo que su baja rentabilidad se debe a la degradación del entorno de Beiramar

21 nov 2014 . Actualizado a las 09:35 h.

La sociedad Pazo de Congresos SL, que construyó el Auditorio Casa Mar a cambio de su explotación comercial, defendió ayer en un juicio que el Concello de Vigo debe reequilibrar su contrato de adjudicación y compensarle por la falta de resultados económicos. El demandante sostiene que el Concello le generó en su día unas expectativas que no se han cumplido porque le prometió desarrollar y revitalizar el entorno urbano de Beiramar y construir un túnel subterráneo que, proyectos de los que no se ha vuelto a saber nada.

El juicio se celebró ayer en el juzgado de lo contencioso-administrativo número 2 de Vigo y declararon cinco peritos y un director comercial. Las conclusiones se entregarán al juez por escrito más tarde.

La empresa se queja de que las expectativas del contrato no se han cumplido y, por ello, reclaman al juez que restablezca el equilibrio que firmó con el Concello hace varios años. La realidad es que la sociedad ha salida defraudada con unos resultados económicos que no se acercan «ni remotamente» a los ingresos previstos cuando se decidió a levantar el centro de espectáculos, que incluía un hotel y un restaurante. La concesión se resarcía con la explotación en base a unos cálculos de viabilidad. Parte lo achacan a que la caída del sector de la construcción, que ha restado ingresos para financiar las obras de desarrollo del barrio industrial.

Ante la falta de rentabilidad, Pazo de Congresos SL se encuentra con que ha invertido 80 millones en construir Casa Mar, un complejo que no le es rentable ni percibe retribuciones por su explotación ni alquiler de los locales. Aseguran que la sociedad promovió una intensa actividad de comercialización que no ha cuajado y se ha topado con que el valor de la concesión se ha depreciado con el tiempo.

En el último año, la concesionaria que organizaba los espectáculos entró en concurso, el restaurante cerró y el hotel reabrió sus puertas tras un paréntesis. Un directivo de la sociedad añadió que el Concello dispone de un local allí que ni siquiera ha ocupado.

Por todo ello, Pazo de Congresos reclama que el Concello le devuelva parte de su inversión. La cantidad se negociará si el juez considera que el Ayuntamiento debe reequilibrar el contrato. La suma que se baraja es muy inferior a los 80 millones de la inversión y podría superar los 10 millones de euros, aunque nadie adelanta cifras aún.

Por su parte, la defensa del Concello entiende que no le toca corregir los defectos de ingresos y que Pazo de Congresos debe apechugar con las consecuencias y no ve motivo para compartir los riesgos de la operación.