Recurrida una subvención de 500.000 euros del Concello a la subcontrata del auditorio

Carlos Punzón
C. Punzón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La empresa beneficiada tiene un capital social de solo tres mil, no presentó sus cuentas y no hubo competencia para optar a la ayuda

25 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La idea del gobierno municipal vigués de otorgar este verano una ayuda de medio millón de euros a los gestores del auditorio Mar de Vigo, después de haberles dado otros cinco millones en el 2011, acaba de ser puesta en entre dicho ante el mismo Concello por un particular. Óscar Lomba, exmilitante socialista ahora integrado en Anova, reclama al Concello que recupere los 500.000 euros concedidos en julio a la subcontrata que gestiona y promueve espectáculos en el auditorio al considerar que la empresa Organización de Ideas de Éxito «non conta con solvencia económica nin capacidade técnica demostrada», y además la ayuda otorgada de manera directa por la alcaldía impidió la competencia de otras firmas que pudieran mejorar las condiciones para el Concello.

Lomba señala en su recurso que la firma beneficiada por la subvención declara en el Registro Mercantil un capital social de 3.006 euros, a lo que añade que «dita cantidade non parece suficiente para garantir a solvencia financeira e económica da mencionada empresa». Respecto a su capacidad técnica, el recurrente advierte que en las mismas previsiones económicas de Organización de Ideas para el servicio que desempeña en el auditorio, comete fallos en la contabilización de eventos programados, obviando los gastos aparejados al espectáculo no computado. Añade que dicha empresa señala en sus previsiones unas pérdidas de 491.122 euros, pese a la subvención de medio millón, lo que unido a la no presentación de cuentas anuales en el Registro «parece razoable dubidar da solvencia da sociedade», señala el recurrente, que destaca que el interventor municipal visó la subvención sin advertir ni los errores ni la ausencia de los balances del beneficiario.

Lomba advierte que el contrato con la concesionaria del auditorio no obliga al Concello a cubrir el equilibrio financiero de la empresa, y menos por tanto a la subcontrata que finalmente gestiona el recinto. En el recurso se incide en una serie de dudas legales que amparen la misma subcontratación del auditorio.