El Areal es un lodazal debido al tránsito de numerosos carruajes

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El Concello de Vigo solicitó en septriembre de 1866 ayuda a la Diputación de Pontevedra para arreglar el camino

16 sep 2014 . Actualizado a las 06:00 h.

Los ayuntamientos de Lavadores y Vigo llegaban, en septiembre de 1866, al acuerdo de construir un camino vecinal «que abrazando los barrios de Guixar, Guía y Santa Tecla, en la parroquia de San Salvador de Teis, en el Ayuntamiento de Lavadores, empalme con la puerta de las Gamboa de esta ciudad». La corporación viguesa razonaba su acuerdo «en un estado de deterioro lamentable especialmente en la parte que corresponde a este municipio».

Las causas principales de aquel mal estado era «el extraordinario tránsito de carruajes y que solamente pudieron irse reparando los baches mayores por los peones asalariados del Ayuntamiento sin lo cual, hace tiempo, habría sido imposible el paso de aquellos».

Los munícipes, presididos por el alcalde Manuel Lafuente, afirmaban en la sesión ordinaria de la corporación que los vuelcos y percances eran habituales en la zona. Llegan a la conclusión de que los arreglos parciales del camino no son suficientes y habrá que emprender una obra de mayores proporciones. «Considerando que durante el invierno último ni un ápice podía transitarse porque casi siempre estaba interceptado aquel paso con grandes lodazales causados por la total falta de murillos, haciéndose necesario caminar por la playa y otras veredas extraviadas».

Sin recursos

Entonces, esta vía era la única comunicación con Pontevedra y por ella transitaban los carruajes y los coches del correo tanto hacia Castilla como al resto de Galicia. «La corporación acuerda por unanimidad se recomiende al director jefe de Caminos vecinales forme los planos, presupuesto y demás trabajos necesarios en el proyecto para la ejecución de la obra que se menciona; que se suplique a la excelentísima Diputación Provincial lo declare camino vecinal de primer orden, teniendo en cuenta su importancia y las utilidades que a los distritos de Lavadores y Vigo ha de reportar, y que facilite los medios necesarios para llevar a término la citada construcción, atendiendo a que este municipio carece absolutamente de recursos para ello».

Las obras de mejora no se llevaron a cabo. Por lo menos, de momento. En 1868, las empresas de diligencias, como la Ferrocarrilana, que unía Vigo con Madrid combinada con el ferrocarril desde Zamora, se quejaban del mal estado del camino. Se añadía entonces, que las numerosas cloacas existentes en la zona suponían un perjuicio importante para la salud.

«Nada más puede decirse de esta calle, te prevengo que si vas á visitarla, vayas con botas blindadas para evitar los efectos de aquel lodazal profundo capaz de tragar tu cuerpo. ¡Dirija hacia allí sus ojos el Ilustre Ayuntamiento1», todavía se decía de esta calle en Guía del forastero en Vigo. Escrita en verso por unos cuantos haraganes, en el año 1879.

El Areal era entonces una calle muy larga, que unía la calle de la Victoria con Guixar, ya en el Concello de Lavadores. Era una calle mayor a la que existe hoy. A finales de la década de los años sesenta de la pasada centuria, las obras de ampliación de la terminal del ferrocarril, provocaron la desaparición del viejo Areal.