El secuestro de su documentación son casi siempre los grilletes que las atornillan a las mafias y a la prostitució
11 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La deuda contraída por las mujeres tratadas y el secuestro de su documentación son casi siempre los grilletes que las atornillan a las mafias y a la prostitución. En función de sus diferencias culturales, los proxenetas usan métodos más o menos violentos para mantener los máximos niveles de producción y una sumisión a prueba de bomba. La reciente operación de Vigo ha dejado al descubierto las prácticas de vudú a las que eran sometidas las mujeres nigerianas, explotadas luego en plena calle. El método, admite la policía, es sumamente eficaz: «Les aplicaban una ceremonia y ya funcionaban por control remoto», explica gráficamente un funcionario que participó en la operación. Las rumanas son víctimas, en muchos casos, de la relación de poder que se establece por parentesco o porque simplemente su explotador las enamoró. Cuando ese vínculo se deteriora, entra en juego la violencia física o las amenazas a otros familiares que siguen en el país de origen.
Esta misma semana se han conocido detalles sobre una operación en la que mujeres africanas eran embarazadas en su tránsito a la Península. Al llegar y dar a luz, sus hijos pasaban a ser controlados por la mafia que los explotaba, separándolos de su madre y usándolos para garantizarse la esclavitud de sus madres. Parte de esa operación se llevó a cabo desde la comisaría de Vigo.