Los escenarios de la diversión

Fina ulloa / maría cobas OURENSE / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El campo de la fiesta en Santa Cruz es un escenario múltiple que alberga tanto el altar para la misa como las mesas de la comida.
El campo de la fiesta en Santa Cruz es un escenario múltiple que alberga tanto el altar para la misa como las mesas de la comida. Silvia Mosquera< / span>

La citas tradicionales compiten con propuestas de nuevo cuño

26 ago 2012 . Actualizado a las 07:10 h.

Con crisis o sin ella, la provincia ourensana sigue fiel a su oferta múltiple de fiestas cada fin de semana. Por pequeño que sea el pueblo, la excusa del regreso de los emigrantes en otras regiones de España o en el extranjero para el período vacacional hace procesionar durante este mes a buena parte del santoral, corresponda o no la fecha oficial de celebración. Y este fin de semana no iba a ser menos.

En Carballeda de Avia, más concretamente en Vilar de Condes los vecinos festejan estos días a San Roque, en Melias a Santa María, en A Gudiña el que salió en procesión fue San Bartolomé y en Parada de Sil, San Ramón. En Coles, Amoeiro o Santa Cruz de Arrabaldo honraron a San Vitoiro que, aunque suene parecido al San Vitores de Esgos, donde también están de celebración, se trata de patronos distintos.

Y son solo algunos ejemplos, porque en la mañana de ayer, el ruido de las bombas se mezclaba en el aire ourensano con los cánticos de las misas. Muchas al aire libre, en el mismo campo de la fiesta, donde se improvisan altares -si se puede bajo arboleda- , para animar a los fieles a hacer una pequeña parada a la finalización de los actos religiosos en el bar de la comisión, e intentar cubrir así presupuesto.

Un presupuesto cada vez más reducido, por aquello de que no están los tiempos para alegrías. Un ejemplo de esa contención es Santa Cruz. La cifra ronda los 8.000 euros. Julio Álvarez y José Luis Rodríguez se hicieron cargo de la organización casi sobre la sirena. «Non a collía ninguén e ó final decidímonos, pero só quedaban tres semanas e non pudemos preparar nada máis que o xusto», explica Julio. No hay fuegos, pero sí bombas de palenque; no hay adornos, ni cintas, ni banderolas, ni aportaciones económicas del Concello «pero pedímoslle que nos limparan o campo da festa que estaba cheo de maleza e viñeron e deixárono ben curioso», explican. La orquesta Amistad de Vigo y Facundo Cao -ex componente del grupo Mayonesa- pusieron ayer la música.

Pero además de las dificultades económicas, comunes a la mayoría de las celebraciones en las localidades más pequeñas, las comisiones se enfrentan a la competencia de nuevas citas, con menos solera pero que son capaces de atraer al público más joven en muchos kilómetros a la redonda.

Una de esas citas de nuevo cuño fue la Kalimochada de Éntoma, en O Barco. En su cuarta edición la organización (la asociación cultural Albar) esperaba reunir a unas 1.500 personas. Al menos esa era la previsión en cuanto a las camisetas a la venta, que son las que deben ponerse los asistentes para poder entrar en el patio de las escuelas y beber todo el calimocho que quieran, así como degustar pinchos variados. Ya a las ocho de la tarde había cientos de personas por las inmediaciones del recinto, y muchas más se contaban en la carretera que une la localidad con el casco urbano, algo más de tres kilómetros que muchos hicieron a pie en previsión de que lo que iban a beber no era precisamente agua. Y había que volver.