Vexo Vigo, «vexo» Castrelos

Begoña Rodríguez Sotelino
B. R. SOTELINO VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El Concello abre una ruta sensorial para invidentes en el jardín del pazo

19 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hace más de un siglo que Vigo cuenta con uno de los jardines urbanos más bellos de Galicia, el que oculta en su trasera el pazo de Castrelos. Pero desde ayer, ofrece un atractivo más para las personas con discapacidad visual, o al menos, eso piensa la tenencia de Alcaldía del Concello vigués, porque desde siempre, los invidentes han disfrutado de los jardines a su manera, es decir, a través del tacto y del olfato.

Sin embargo, el municipio ha puesto en marcha una iniciativa pionera. El jardín sensorial facilitará el recorrido a las personas que lo visiten, a través de una cinta-guía que define el perímetro de este. A través de él pueden encontrar información sobre los obstáculos naturales para poder pasear por el parque de manera segura, y conocer las especies singulares o los elementos arquitectónicos de interés, que no son pocos. Una de las piezas más destacables son unas bandejas instaladas a lo largo del trazado, en las que se podrá percibir, a través de las hojas, las ramas de los árboles y los frutos, las variaciones estacionales o los diferentes espacios naturales del parque.

Además del tacto, también podrán conocer estos jardines y disfrutar de ellos a través del oído, con los diferentes sonidos del parque, y a través del olfato, gracias a los aromas de las plantas y los árboles presentes en lo que han llamado el «xardín aromático».

Compromiso

El teniente de alcalde destacó en su apertura, acompañado por representantes de asociaciones que trabajan con personas con discapacidad, que la lucha por la igualdad era uno de sus compromisos cuando asumió las tareas de gobierno. Como prueba, recordó que «nos dous últimos anos a tenencia de alcaldía e a Concellería de Benestar Social levan investidos máis de 2,5 millóns de euros na eliminación de barreiras arquitectónicas en edificios e dotacións públicas, traballo a prol da accesibilidade recoñecido a nivel estatal coa concesión do premio Cocemfe».

A finales del siglo XIX, la huerta trasera del pazo se transformó en un jardín de cinco hectáreas con categoría de histórico y una ruta botánica de alto valor con su rosaleda, camelios, tulíperos y magnolios, un jardín francés de trazado geométrico que incluye el llamado laberinto del mirto, el jardín inglés conocido como la pradera del té, el paseo con doble fila de camelias llamado paseo de Odriozola y el bosque que abarca una extensión más amplia fuera de los jardines del pazo. En la orilla del río Lagares predominan especies como híbridos de plátanos o castaños de Indias, y están además un estanque con aves acuáticas y el auditorio donde se desarrollan los conciertos de verano.