Según su versión, llegó a las once de la noche a la Porta do Sol y se encontró con un grupo de compatriotas conocidos de él que le invitaron a tomar algo. Declinó el ofrecimiento y uno de ellos «me dijo cosas muy feas sobre mi familia». Por lo que se enzarzó en una pelea con Marion. «En la riña me dieron con una silla en la espalda» y yo corrí hasta el coche para escapar.
El ministerio público sostiene que el acusado fue al lugar a atacar a los dos hermanos propinándoles sendas cuchilladas en el abdomen. El resto del grupo que estaba con los hermanos Sandu salió en su defensa y el presunto agresor huyó hasta su coche, un Audi A6. Según relató un testigo protegido, tras escapar en el Audi, Gigel cambió de coche y se metió en el asiento del copiloto de ese otro automóvil. Los dos pusieron rumbo a Sanxenxo, donde Gigel trabajaba de portero en una discoteca junto a «un amigo policía que me aconsejó denunciar». A pesar de que ningún testigo vio el ataque, la Fiscalía considera que hay «indicios suficientes» contra Gigel.