La bibliotecas públicas coruñesas suman ya más de 86.000 socios

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ.

VIGO CIUDAD

El presidente de los editores gallegos destaca y elogia «un modelo que eu non dubidaría en emular».

01 sep 2010 . Actualizado a las 11:54 h.

En las oficinas de la Casa Museo Emilia Pardo Bazán cuelga el siguiente cartel: «Tonto el que no lea (pudiendo)». Xulia Santiso, responsable del centro, explica que formaba parte de una exposición sobre la lectura hecha en 2003, una de las campañas con las que, como este año declarado de la lectura, se pretende fomentar esta actividad. No obstante, parece que el cartel no afectaría ni a los coruñeses ni a sus bibliotecas públicas cuyo modelo propone extender a otros lugares el presidente de los editores gallegos, Manuel Bragado: «O coruñés é un modelo que eu non dubidaría en emular», afirmaba el director de Xerais después de destacar que la ciudad cuenta con «unha modélica rede municipal» de siete bibliotecas publicas y otra, la del Ágora, en construcción. Frente a este ejemplo lamentaba Bragado que en la capital editorial de Galicia, Vigo, «onde se radican algunhas das primeiras editoras galegas», se está poniendo en marcha su primera biblioteca pública.

El número de socios de las bibliotecas municipales, unos 86.000, es otra cifra que sorprende fuera de A Coruña, una urbe donde la Concejalía de Cultura ha puesto en marcha este año una amplia programación de fomento de la lectura bajo en lema A cidade que le. Es un trabajo que desde la presidencia de los editores también valoran muy positivamente, destacando «encontros con poetas, apoio ao funcionamento dos clubes de lectura ou roteiros literarios», todo esto en una ciudad que celebra anualmente entre cuatro y cinco ferias del libro: la del libro antiguo que concluyó ayer en los jardines de Méndez Núñez; la del libro, que lo hizo los primeros diez días de agosto; las que organizan los libreros coruñeses los días 17 de mayo y 23 de abril y la abierta con motivo de la celebración de Culturgal. La concejala de Cultura, María Xosé Bravo, destaca la gran implicación de todas las personas que trabajan en las bibliotecas municipales en el fomento de la lectura, así como la estrecha coordinación que existe con otras bibliotecas de la ciudad, desde la perteneciente a la Diputación hasta la González Garcés, de las que elogia su trabajo e iniciativas.