La plaga que vino por mar

VIGO CIUDAD

Un alga japonesa, el «Sargassum muticum», compite con la vegetación acuática local y pone en peligro la biodiversidad de la ría al colonizar los fondos marinos

30 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Sargassum muticum, una planta también conocida como sargazo, es el nombre de un alga foránea que poco dice a la mayoría de los pontevedreses. Sin embargo, es una especie invasora que ha llegado a nuestras costas y amenaza con limitar la biodiversidad de las rías gallegas al competir fuertemente con las especies autóctonas.

La situación es tan grave que el Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar) ha editado un folleto explicativo, dirigido a la comunidad pesquera y a los aficionados a la pesca deportiva y al buceo. El objetivo es concienciar a estos colectivos de los riesgos que supone la propagación de esta especie y las medidas adecuadas para limitarla.

Este alga parda forma matas de considerable volumen, según el Cetmar. Llegó a Europa hace treinta años y en Galicia se la localizó por primera vez en 1985. Desde entonces, ha llevado a cabo una colonización imparable de la costa, afectando muy gravemente a las dos orillas de la ría de Vigo.

Impacto en Bueu y Marín

En las aguas de la ría de Pontevedra, su presencia está más concentrada entre Mourisca y Mogor. Esta especie de alga también está colonizando la costa de Udra y toda la franja desde la península de O Grove hasta Combarro. En Pontevedra, las únicas zonas todavía libres de Sargassum muticum son los bancos marisqueros del fondo de la ría y la isla de Ons.

Los biólogos del Cetmar inciden en que el sargazo lucha con las especies nativas por el espacio y la luz. Su proliferación afecta especialmente a las correas (Himanthalia elongata) y los bosques de laminarias (Sacchoriza spp y Laminaria spp). Como consecuencias inmediatas se encuentran pérdidas económicas en el sector marisquero y en las pesquerías.

Según el tríptico del Cetmar, correas y laminarias son dos especies muy importantes para el ecosistema de las rías, porque albergan una gran diversidad de organismos y son refugio y zona de cría de distintas clases de animales de elevado interés económico. Al desaparecer estas algas y ocupar su lugar el sargazo, también se reducen las poblaciones de los animales marinos que viven en su entorno.

Otros problemas con el sargazo se relacionan con un incremento de algas epífitas, el aumento de la sedimentación y de los detritos en el medio marino, la alteración del ciclo de los nutrientes y la aparición de interferencias con las pesquerías costeras.