EL MIÉRCOLES ESTUVIERON EN vigo
La Policía Local tuvo que acercarse para quitar los animales de la entrada de una agencia de viajes. Esta ya es la segunda vez en menos de una semana que las abejas causan problemas. La primera fue el pasado miércoles cuando un enjambre se instaló en el letrero de Viajes Crisol, en Vigo. | g. Rivas
Desde hace dos meses, el centro de salud de A Cañiza tiene unos nuevos usuarios habituales. Se trata de un enjambre de abejas que se instaló en la propiedad aneja al ambulatorio y que entra en las instalaciones a través de los conductos de aire. Esta ya es la segunda vez en menos de una semana que un enjambre invade el espacio público del área de Vigo.
«A presenza de abellas no centro de saúde é un tema moi importante que afecta non só os traballadores, se non tamén os usuarios», sostiene Francisco Gómez, secretario de organizaciones de CIG Saúde. «Estamos preocupados porque as abellas poden picar persoas con alerxias e causar danos importantes», añade el miembro de la GIG. Aunque hasta ahora no se haya registrado ninguna picadura, «hai que previr para que iso non chegue a pasar».
Según este sindicato, el Ayuntamiento, al ser notificado de lo que se estaba pasando, se «desentendeu do problema» e informó que no podía tomar ninguna medida ya que las abejas son «unha especie protexida». Sin la ayuda de las «administracións competentes», el centro de salud se reconoce incapaz de solucionar esta súbita invasión de abejas debido a «súa complexidade» y por «non contar con medios axeitados».
Sin ventilación
El enjambre no está a la vista y lo único que se sabe es que los animales entran en las instalaciones sanitarias por los conductos de aire, por las ventanas y por huecos de las persianas quedándose atrapados entre los dos cristales. Así, además del riesgo de picadura, la presencia de las abejas impide la ventilación del centro. «Coa calor que fai, non se poden abrir as ventás», protesta el secretario de la CIG. «Entran abellas nas consultas e os médicos e os pacientes non saben que facer... se parar a consulta, se esperar que as abellas saian...», ejemplifica. Las abejas también están afectando el descanso de los trabajadores. «No piso de arriba do centro está unha biblioteca e unha zona para que os médicos durman durante as gardas -explica Francisco Gómez-. Por causa das abellas xa non se pode utilizar ese piso e os funcionario xa non teñen onde descansar».
Por ahora el sindicato solo pretende «denunciar o problema» para que la administración «solucione de forma efectiva e inmediata este grave asunto de saúde pública, sen esperar a que acade maiores consecuencias». Si las autoridades siguieren ignorando este problema, la CIG pretende actuar de la misma forma que en el centro de salud de Tomiño: con concentraciones y protestas.