Ambos políticos se responsabilizan de que no lleguen las ayudas provinciales
07 may 2008 . Actualizado a las 12:05 h.
La Diputación de Pontevedra, siempre gobernada por el PP, nunca se ha destacado por colaborar económicamente con la mayor ciudad de la provincia, Vigo, que es también la más poblada de Galicia. Los gobiernos progresistas locales jamás consiguieron entenderse con los populares de la capital provincial con la excepción de los tres años y medio en que ocupó la alcaldía Corina Porro (PP) entre 2003 y 2007.
Con el regreso de un socialista, Abel Caballero, al sillón municipal, las cosas han vuelto a cambiar. De Pontevedra llega poco dinero, con la diferencia de que ahora ambas partes se responsabilizan de la nueva situación. Por resumir, Caballero se queja de que el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, no contesta a sus demandas para que financie la humanización de diversas zonas de la ciudad. Por su parte, Porro y José Manuel Figueroa, concejales en Vigo y ambos vicepresidentes en la Diputación, insisten en que el organismo provincial ha ofrecido reconstruir el antiguo Colegio Alemán como centro sociocultural en Coia y que el Concello no pone a su disposición los terrenos.
En este contexto, Caballero envió ayer a su número dos, Carlos López Font, como ariete para censurar la política de la Diputación. El portavoz socialista recordó que en los años de Porro en la alcaldía este organismo invirtió 15 millones en humanizaciones y ahora se niega a poner un solo duro. Respecto al Colegio Alemán, su argumento para no tener en cuenta el ofrecimiento de Louzán es que el proyecto está mal hecho y afecta a una propiedad privada. «Por ello no sería posible ejecutarlo hasta dentro de bastante tiempo», se excusó Font.