«Yo, con un chicho, vaqueros y en la cocina». Así le gusta estar a Corina Porro en su tiempo libre, que trata de pasar en familia. Le encanta el mar y tiene unos ojos verdes que enamoran, dos fogonazos. Cada dos palabras que pronuncia, una es Vigo. «Lo llevo en el alma», confiesa. Se esfuerza por ser cálida y cercana desde el minuto uno de la entrevista. Le pregunta al periodista si tiene hijos y le regala dos vaquitas para ellos. ¿Cómo era Corina Porro de niña? «Un terremoto y muy aplicada en lo que me gustaba». Lleva el escudo de Vigo en la solapa de una chaqueta roja. Dice que sus hijos no quieren ir con ella por la calle, porque se para con todos. Uno es arquitecto, y las otras dos, bióloga y enfermera. «Pero mi orgullo es que sean personas». Irradia energía. Su entrada en el despacho es casi un temporal de buen rollo. Su equipo habla maravillas de ella, como jefa. Claro que es su equipo. Es Sagitario y sus películas favoritas son El hombre elefante y Johnny cogió su fusil. Hace un cocido buenísimo. Insiste en que su manera de hacer política es «ser cómplice de los ciudadanos y no estar encerrada en el despacho como hace el actual alcalde».