Piden un total de 30 años de cárcel para los dos atracadores de gasolineras

VIGO CIUDAD

06 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

José Camilo A.F., de 45 años, se enfrenta a 25 años de cárcel como presunto autor de cinco atracos a punta de pistola a gasolineras, bares y estancos de Vigo entre el 8 y el 17 de marzo del presente año.

Su cómplice, Alberto Marcial V.A., ex toxicómano de 38 años, responde por un único robo, castigado con cinco años de cárcel. La fiscal pidió ayer, en el juicio que se celebró en el juzgado de lo Penal número 3 de Vigo, un total de 30 años para los llamados «atracadores de las gasolineras». El Ministerio Público les exculpó de uno de los seis golpes que les atribuyó la policía porque la empleada de una gasolinera de Orillamar no reconoció en el juicio a los acusados.

Ellos se declararon inocentes y sus abogados insistieron en que las ruedas de reconocimiento no fueron válidas porque la policía quería cerrar pronto el caso y «orientaba» a los testigos de los asaltos.

La fiscal reunió pruebas para acusar a José Camilo de la autoría en cinco atracos. Por ejemplo, dice que la víctima del atraco en un estanco de Santa María de Oia le reconoció y está segura de que fue él porque «le suena de venir a comprar». Otro empleado de una gasolinera dijo que fue él quien le amenazó con una pistola. Lo mismo dijeron los empleados de otra estación de servicio que sufrió un asalto el 13 de marzo, porque el atracador «tenía el mismo color de ojos» que el acusado.

Los testigos que declararon en el juicio también reconocieron a los implicados como los que el 17 de marzo amenazaron con una navaja y una pistola a una mujer. Esta les reconoció «sin lugar a dudas, incluso por la voz» porque volvieron otra vez más.

La empleada de una gasolinera asaltada el 16 de marzo por la noche identificó a José Camilo por sus «ojos caídos», altura, perfil y pelo canoso, que ella y una compañera vieron cuando el sospechoso se quitaba el pasamontañas cuando huía de la oficina con el botín.

La fiscal recuerda que José Camilo tiene un «amplio historial penal» por lo que pidió que la jueza agrave el castigo por ser un atracador reincidente y porque usó un disfraz para ocultar su rostro cuando delinquía.

Se declaran inocentes

Los arrestados niegan su implicación en los hechos y ambos siguieron la estrategia de quejarse de que la comisaría de Vigo tenía demasiada prisa por resolver esta oleada de robos que despertó la alarma social.

El principal implicado, José Camilo, dijo a la jueza que las acusaciones contra él «son una sarta de mentiras y bastante tengo yo encima como para ponerme a hacer atracos». Su cómplice Alberto Marcial se desdijo en el juicio de la declaración que efectuó en la comisaría cuando fue detenido e interrogado. Éste confesó a los investigadores que José Camilo le había comentado que «había hecho tres gasolineras». Pero ayer negó la veracidad de tales palabras e incluso pidió disculpas a los familiares de José Camilo por el daño que le había ocasionado su falsa confesión. Aseguró a la juez que la policía le presionó.

Los abogados siguieron la misma línea de calificar de «metedura de pata» el arresto porque nadie examinó las imágenes tomadas por las cámaras de vigilancia de las gasolineras ni apareció la pistola o el pasamontañas. Añadió que las únicas pruebas contra ellos son las declaraciones de algunas víctimas y testigos que reconoce a los encapuchados porque tenían «los ojos caídos».