«¡Papá, quiero el perro de Torrente!»

VIGO CIUDAD

ÓSCAR VÁZQUEZ

Reportaje | La compra de mascotas y animales exóticos en Navidades El bulldog francés se ha convertido en el animal más deseado por los vigueses de cara a las fiestas que se avecinan. Su precio puede alcanzar los 1.800 euros

16 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

«La mitad de las llamadas que recibo es para preguntar por el bulldog francés», asegura sorprendida Noelia Manzano, propietaria de Bicho¿s. Es el regalo más solicitado en las próximas Navidades. El motivo de este auge hay que buscarlo en la película de Santiago Segura, Torrente, el brazo tonto de la ley . Su cara de bueno no ha pasado desapercibida para los vigueses. La tendencia ha cambiado con el tiempo. Con pisos cada vez más pequeños, el rottweiler o golden retriever se hacen más grandes para convivir en 90 metros cuadrados. Además de que sueltan pelo y necesitan su propio espacio. También hay instalada una especie de psicosis con las razas potencialmente peligrosas. Hace tres años no había un escaparate que no tuviese un pastor alemán o un belga alsaciano. Pero las noticias de ataques a personas han hecho caer la demanda de estos ejemplares. La gente prefiere ahora una mascota pequeña que no ofrece problemas ni de higiene, ni de alarma social. «El precio del bulldog francés oscila entre 900 y 1.800 euros si tiene buen pedigrí», afirma Joaquín González, uno de los propietarios de Fauna Salvaje. ¿Cómo se puede hacer frente a este dispendio? «Con la paga extra de Navidad», sentencia Noelia Manzano. Pero no sólo de perros viven las tiendas de animales de Vigo, ya que en estas tres semanas los ingresos en las cajas registradoras se incrementan entre un 30 y un 40% con respecto a la facturación media mensual. El mejor amigo del hombre empieza a dejar un hueco a otro tipo de compañeros de piso. Hurones y serpientes Los gustos en la compra empiezan a ser de los más variopintos, comenta el responsable de Fauna Salvaje. La demanda de animales exóticos ha experimentado un alza sin precedentes en Vigo. El último grito son los hurones y las serpientes. «El personal se pirra por una boa constrictor o una pitón molurus», comenta González. Pese a que la legislación prohíbe la venta de animales venenosos, la pregunta que se hace Joaquín es muy sencilla: «Una serpiente de cuatro metros que atrapa a sus presas por asfixia ¿es menos peligrosa que una cobra real? Por eso, se recomienda siempre al cliente que primero se asesore por un especialista antes de tomar una decisión. «Un reptil no ve en ti a su amo, como el perro, sólo huele comida y sensaciones térmicas». El hurón también gana adeptos. Es como un gato: inteligente y muy despierto. La demanda es tan alta que tiene su propio mercado. Ver para creer.