Tiva sopla 104 velas en su Tui natal pidiendo «salud y alegría»

M.T. TUI / LA VOZ

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Vivió más de treinta años en Venezuela para acabar regresando a su tierra

17 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

María Encarnación Primitiva Domínguez Fernández, más conocida como Tiva, nació un 11 de noviembre de 1915 en Ribadelouro (Tui) en el seno de una familia de siete hermanos, cuatro mujeres (Rosalía, Rosa, Primitiva y Angelita) y tres hombres (Manuel, Benjamín y Benigno). Ayer, entre amigos, sopló sus 104 velas. La celebración tuvo como escenario la que es su casa desde que cumplió la centena, la residencia Paz y bien. Allí fue la protagonista de los buenos momentos vividos entre amigos y allegados.

Explica su familia que la longevidad de Tiva «no tiene ningún truco ni remedio para llegar a los 104, le ayudó el clima de Vigo por el mar, el sol y comer lo que le pedía el cuerpo, eso hizo que llegase a la edad que tiene llena de experiencias». Ella, la cumpleañera, añade: «El caso es que haya salud y alegría». Ella, añaden familiares, «siempre ha sido una persona muy creyente y practicante, se sabe muchísimas citas de la Biblia. También nos comenta que le hubiese gustado ser monja, pero al tener que ayudar a sus padres no pudo dar el paso».

La vida de Tiva ha dado muchas vueltas desde que nación. «Su familia tenía muchas fincas y trabajó mucho en el campo. Después de la Guerra Civil todos salieron a buscarse la vida. Ella, con 39 años, se fue a Venezuela. Tenía a tres sobrinos. Al principio trabajó en la casa de unos italianos. Luego, una de sus sobrinas quería estudiar y le cedió la casa en la que trabajaba con españoles. Estuvo más de 30 años en Venezuela y regresó a Ribadelouro. Ya con 100 años decidió irse a vivir a la residencia Paz y Bien para vivir una etapa junto a las hermanas por su vocación religiosa.